Bibiana Belsasso

“No me discriminaron por ser mujer, sino por ser de izquierda”

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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A sus 91 años, con una brillante trayectoria en la política, la academia y la diplomacia, la senadora de Morena, Ifigenia Martínez, recibió en la vieja sede del Senado la Medalla Belisario Domínguez en su edición 2021, por acuerdo unánime de las fuerzas políticas representadas en esa Cámara del Congreso.

Una mujer que ha marcado historia, que ha sido pionera en este país. Platicamos con ella sobre su vida y trayectoria en una entrevista Muy Personal en el 2017.

Bibiana Belsasso (BB): Eres la primera mujer mexicana en graduarse de Economía en la Universidad de Harvard. Empiezas la primaria en una escuela privada, pero después inicia la Segunda Guerra Mundial, todo el tema del nazismo, y tu papá te cambia de escuela y te dice: “vas a ir a una escuela pública”.

Ifigenia Martínez Hernández (IMH): Así es, me tocó la Secundaria 10, magnífica secundaria en ese entonces. Heredamos el local del Teresiano, que en aquel entonces habían cerrado todas las escuelas de monjas, magnífico director, profesores, alumnos. Guardo un recuerdo muy grato de todos mis estudios, tanto en México como en el extranjero.

BB: Platícame tu historia en los años de los 40, un país muy diferente.

IMH: Yo entré a la preparatoria en 1940, y entonces está como gran expectativa y tema de conversación y preocupación la Segunda Guerra Mundial. Mi papá era de izquierda, desde siempre, y lo mismo había mucha gente de izquierda en nuestro ambiente. Recuerdo que en la secundaria yo tuve de compañera de estudios a Rosa María Lombardo Toledano, hija de Lombardo Toledano, había una clase intelectual de izquierda muy fuerte.

BB: Y empiezas a estudiar Economía en una época donde apenas el 10 por ciento de las mujeres estudiaba esa carrera.

IMH: Pues sí, y todo eso también fue por mi papá. Él decía que lo que le hacían falta al país eran economistas para que pudieran producir los bienes que necesitaba el pueblo, y para elevar los niveles de empleo, que también era una necesidad que hubiera ocupación. Después se vino la Segunda Guerra Mundial y se puso muy de moda el término de “empleo pleno”, sobre todo al finalizar la guerra. Fue uno de los objetivos más importantes de todos los países que habían entrado a la guerra y un poco el de ya no tener esas horribles crisis que había, que hubo en los 30, en donde se quedaba mucha gente sin empleo. La desocupación era una de las amenazas más tremendas de la economía, y entonces para la economía política fue uno de los principales objetivos: la ocupación plena, que todos tuvieran trabajo.

BB: Y se casa muy chiquita y se va a estudiar a Estados Unidos, a Boston…

IMH: No tanto como muy chiquita, pero sí me casé joven, y suerte que mi marido, que fue un economista muy prestigiado y muy estudioso, consiguió su inscripción a Harvard, era muy difícil entrar. Yo me fui como con él, el primer año yo trabajé con tanta suerte, porque aquí el elemento es suerte, ¿no?, entré a trabajar de calculista al Instituto Tecnológico de Massachusetts, al famoso MIT, pero me sirvió no sólo para darme cuenta del ambiente, sino para ahorrar, para pagar mi colegiatura, cuando para mi agradable sorpresa me admitieron en la Universidad de Harvard, por méritos propios, por las entrevistas que me hicieron, mis antecedentes, mis calificaciones, todo, fue un día para mí muy memorable.

La legisladora Ifigenia Martínez, ayer, tras recibir el galardón.
La legisladora Ifigenia Martínez, ayer, tras recibir el galardón.Foto: Especial

BB: Y tuvo alumnos como Carlos Salinas, Manuel Camacho, un montonal de políticos de toda la vida.

IMH: Sí, me tocaron. Sí me tocaron bastantes.

BB: ¿Y cómo se mete a la política?

IMH: En parte por mi papá, que era de tendencias y de creencia comunista, partida de la Unión Soviética y de los nuevos gobiernos, del nuevo sistema, digamos, de manejo de la economía, que fue en aquel entonces una economía 100 por ciento socialista, manejada por el Estado y no por el mercado. Desde entonces a mí me interesó mucho, claro, cuando me fui a Harvard, me fui a una universidad de gran criterio.

BB: ¿Cuál fue su primer cargo político?

IMH: En la Secretaría de Hacienda como analista de la Oficina de Política Fiscal. Y pues ya, entré a la política y entré a la Cámara, en la Cámara me tocó ser diputada y también fui senadora. Conocí al licenciado Muñoz Ledo, que es uno de los políticos más connotados del país, y con un gran talento y muy acertado, además...

Estoy acostumbrada al debate y al debate fuerte, y a las votaciones, y también estoy acostumbrada a que uno se conforma. No siempre (se) gana, hay veces que le ganan, y entonces usted reacciona, se adapta y se prepara para la nueva pelea

BB: Y junto con él y con Cuauhtémoc Cárdenas, ustedes son los fundadores de la Corriente Socialdemócrata, que después se convierte en el PRD...

IMH: Así es. Así es, a nosotros nos tocó establecer y fundar el PRD, y hasta la fecha, Porfirio sigue activo y Cuauhtémoc también ¿no? Claro ya no juntos, sino cada quien por su lado, pero siguen activos en la política. Yo estoy acostumbrada al debate y al debate fuerte, y a las votaciones, y también estoy acostumbrada a que uno se conforma. Usted no siempre gana, hay veces que le ganan, y entonces usted reacciona, se adapta y se prepara para la nueva pelea.

BB: ¿Fue difícil ser mujer en un ámbito laboral muy masculino?

IMH: No, fíjese que no. Así machistas, machistas tan duros, pues cuando menos yo ni los noté. Yo no me quejo que me hayan maltratado, que me hayan discriminado por ser mujer, no. Me discriminaron por ser de izquierda, eso sí.

BB: Y en el plano de tener una relación de pareja, ¿no fue muy difícil ser una mujer muy exitosa?

IMH: No, yo tuve mucha suerte, porque desde que estaba ya en la facultad tuve relación con una persona con la que después me casé y además él fue un destacado economista, doctor en Economía, el papá de mis hijos, fue quien consiguió ganarse su beca, trabajaba en la Secretaría de Hacienda, hizo una tesis de mucho éxito y de mucha actualidad en ese entonces, sobre el proceso de desarrollo económico, provocaba un desequilibrio externo.

BB: Y se divorció.

IMH: Ya después, ya que tenía yo mis cuatro hijos, o sea que duré con él casada como 20 años.

BB: ¿Cómo le hace una mujer para trabajar al ritmo que usted trabajaba con cuatro hijos?, ¿no era difícil? Porque ahora es mucho más común y mucho más fácil, pero en ese entonces era difícil.

IMH: Bueno, los cuatro hijos afortunadamente no son mellizos, no nacieron al mismo tiempo, y yo conté con la bendición de tener a mi mamá, mi madre quedó viuda y tuve la fortuna de que viniera a vivir con nosotros, y entonces yo recibí una gran ayuda de mi madre.

BB: Usted que fue fundadora del PRD, ¿qué se siente ahora que esté totalmente dividida la izquierda del país?

IMH: En cierta parte es natural, porque es un movimiento político muy dinámico, el de la izquierda, y entonces siempre hay gente que quiere liderar y que no está conforme con la dirección del otro, y entonces forma su propia corriente, digamos eso, una izquierda fraccionada, ¿no?, pero yo creo que en las cuestiones fundamentales nos hemos unido. Muchos de los que originalmente estuvieron conmigo y que fueron en gran parte al frente de esta nueva corriente que aparece en México, que es de izquierda, pero fuera del PRI, como el ingeniero Cárdenas y, sobre todo, Porfirio Muñoz Ledo, pues yo sigo estando en una magnífica relación con ellos aunque ellos ya no están en el PRD.

BB: A ver, compléteme esta frase, Ifigenia Martínez es…

IMH: Es una mexicana que tuvo la oportunidad de estudiar y de trabajar en una época en que México se transformaba y se desarrollaba de un país de poca población, relativamente de poca población, yo recuerdo que éramos 16 millones cuando yo empezaba a leer y demás, ahora somos más de 120, ¡imagínese!...