Bibiana Belsasso

La nueva droga que consumen jóvenes en Europa

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
 *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Una sustancia que les da energía y risa a los jóvenes pero que pasando el efecto los deja zombis está siendo consumida cada día más y principalmente en Europa. Se trata de óxido nitroso. No es un químico nuevo, es un gas que ha sido muy efectivo para las anestesias que se utilizan en cirugías, pero hoy para muchos es diversión, misma que puede tener consecuencias gravísimas.

Son jóvenes de entre 16 y 25 años, que en las plazas públicas hacen fiestas con música, alcohol, cigarros y ahora con globos que contienen óxido nitroso, también conocido como “el gas de la risa”. Muchas veces esta sustancia es distribuida por narcomenudistas que pasan en moto, y se las dan a los jóvenes lo más rápido posible para no ser detectados por las autoridades.

Es un gas volátil, incoloro, con un olor dulce y ligeramente tóxico, aunque no lo han clasificado aún como droga tiene todos los efectos de este tipo de sustancias.

Aunque por décadas ha sido usado de forma recreativa, poca gente lo utilizaba, pero desde finales del 2022 se ha disparado su consumo principalmente en fiestas y conciertos al aire libre. Ahora es frecuente observar a los jóvenes con un globo en la mano y la botella del gas en la otra, pasando desapercibidos entre las multitudes, a plena luz del día y en la vía pública, sin que nadie los castigue por aspirarlo.

Se ve en las plazas de Barcelona, pero también ha llegado a Madrid, donde el pasado 8 de mayo se dio a conocer que la policía decomisó 312 botellas de óxido nitroso, manipulado de forma ilegal. Estaba dentro de un vehículo y en la revisión tres personas fueron detenidas.

Reino Unido es el país con el mayor consumo de este gas, principalmente en Londres, Manchester y Cardiff, por ello el primer ministro Rishi Sunak anunció en abril pasado su prohibición.

Datos del Royal London Hospital revelan que los médicos deben estar alertas debido a que les llega un caso nuevo casi todas las semanas. Los pacientes tienen síntomas vinculados a daños en los nervios: no pueden caminar, se caen o experimentan un cosquilleo o pérdida de sensibilidad en los pies y las manos. Otros sufren problemas en la vejiga, los intestinos o incontinencia.

Otros países donde también es muy popular son Francia y Países Bajos, que incluso se adelantó al Reino Unido para prohibir su uso lúdico en enero de este año. Habitantes de estos países acuden a Ibiza, Barcelona, Mallorca u otro destino turístico en España para consumir “el gas de la risa” en las fiestas que se realizan en las playas.

En estos eventos se cobra hasta tres euros, lo equivalente a 60 pesos, para dar una aspirada y en seguida comenzar a sentir los efectos. Cualquiera puede adquirirlo a través de Internet, y generalmente se vende en cartuchos metálicos de 24 cápsulas, esto a pesar de estar ya prohibido en muchos lugares.

Al consumirlo, estos jóvenes sienten al instante euforia y risa, disminuye la ansiedad y ayuda a la interacción, pero se trata de un efecto a corto plazo, de segundos, mientras que las consecuencias pueden ser a largo plazo debido a que produce desequilibrio, alucinaciones, mareos, asfixia y falta de vitamina B12; esto daña una capa protectora de los nervios, generalmente aquellos que se encuentran en la parte posterior de la columna vertebral.

La nueva droga que consumen jóvenes en Europa

El estupefaciente consumido en Europa es vendido en pequeños tubos de metal.
El estupefaciente consumido en Europa es vendido en pequeños tubos de metal.Foto: Especial

Su mecanismo de acción consiste en llegar al cerebro a través de las vías respiratorias y disminuir la actividad normal de las neuronas.

El sistema nervioso puede quedar comprometido, también provoca lesiones en el sistema respiratorio y en el peor de los escenarios se puede provocar un estado de coma o la muerte.Al mezclarlo con alcohol puede provocar agresividad, y hay quienes lo combinan con cocaína, éxtasis y marihuana.

El uso lúdico de este producto preocupa cada día más a las autoridades de salud no sólo de España o del continente europeo, sino de muchos países a nivel mundial porque se trata de una sustancia fácil de adquirir y de costo accesible.

En Nueva York, Estados Unidos, también se ha reportado el incremento de este gas y más recientemente en Los Ángeles, donde incluso fue visto el actor Drake Bell consumiéndolo.

Y no es la primera vez, en diciembre de 2022 lo captaron estacionado afuera de una tienda haciendo lo mismo, su hijo se encontraba en la parte trasera del coche.

El pasado 13 de abril fue reportado como desaparecido y se dijo que su vida estaba en peligro; sin embargo, 12 horas después fue localizado en Daytona Beach sano y salvo. Se dice que el actor estaba atravesando una época de depresión.

Resulta que algunos consumidores del gas nitroso han confesado que debido al encierro por Covid-19 presentaron depresión, lo que los llevó a consumir “el gas de la risa”, que a muchos les provocó un “levantón” de ánimo y evitó que sintieran depresión o angustia.

La realidad es que este óxido nitroso dista mucho de ser un antidepresivo, minutos después de que se consume y se siente uno bien, pueden llegar desde ataques de pánico a daños cerebrales severos.

La BBC documentó un caso de una joven de Gales que incrementó el consumo de gas durante la pandemia. La joven de 25 años fue llevada a un hospital donde hallaron una inflamación en su médula espinal y daño cerebral debido al óxido nitroso.

En España no es ilegal debido a que se usa en repostería y otros fines industriales, también es usado para la anestesia dental, para ayudar a que un parto sea tolerado. Pero si alguien lo vende o adquiere para consumo recreativo puede ser acreedor a una multa.

En 2020, un juzgado de Ibiza condenó a 20 meses de prisión a tres neerlandeses a los que había detenido la Policía Nacional con 500 bombonas de óxido nitroso de un litro cada una. Según la investigación, el gas iba a ser distribuido en pequeñas dosis en las zonas de fiesta.

En México todavía no se tienen muchos consumidores de este gas, pero hay que estar muy atentos porque las modas de consumo llegan rápido a nuestro país. Lo estamos ya viviendo con la epidemia del fentanilo.