Bibiana Belsasso

La revancha de los taxis

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Los taxistas en Cancún exigen a la mala tener clientes. Estos conductores culpan a las app de que su ingreso se ha reducido. Si fueran autocríticos se darían cuenta que si pierden clientela es porque no están ofreciendo un servicio del nivel que tienen muchas de las plataformas. Pero además, están golpeando a turistas y a los choferes de las aplicaciones digitales.

A consecuencia de esto, autoridades de Estados Unidos alertaron a sus turistas para tener cuidado si visitan Cancún. El mensaje del gobierno estadounidense señala que el uso de las aplicaciones de movilidad es seguro.

Y lo más importante para quien quiere tomar un transporte es la seguridad. En días pasados los taxistas en Cancún tomaron las calles y llegaron a ejercer violencia contra los turistas y otros choferes. ¿Usted se siente seguro con un chofer que está golpeando a alguien?

En menos de una semana, los choferes han cometido agresiones sin que haya un solo arrestado. Las imágenes que circulan son una muestra de la impunidad con la que operan.

Nadie los detiene, pese a que los turistas extranjeros y nacionales han sido los más afectados, como lo ocurrido el sábado 21 de enero, cuando una familia de origen ruso pidió un Uber para trasladarse a la zona hotelera, sin embargo, fue interceptada y los turistas obligados a descender, incluso se observa a la mujer y a su hijo espantados, llorando, por la escena que protagonizaban los taxistas, insultando y agrediendo.

En menos de 24 horas, otro incidente fue evidenciado, en esa ocasión un hombre fue golpeado por varios choferes sólo por pedir un servicio por aplicación. Estos agresores no han sido sancionados, así que, envalentonados, el pasado lunes 23 de enero bloquearon las entradas y salidas del aeropuerto de Cancún, para evitar el uso de Uber.

Decenas de turistas fueron obligados a caminar largas distancias para llegar a su destino y la policía se dedicó a trasladar a los afectados a través de vehículos oficiales.

Imagínese ser turista y estar varado horas, no poder llegar al aeropuerto por estas manifestaciones violentas.

Y ahora, los taxistas están todavía más enojados porque el Poder Judicial otorgó un amparo a Uber para operar en el estado, sin necesidad de contar con una concesión otorgada por el Gobierno estatal.

Actualmente, sólo falta reformar la ley local de movilidad para que puedan operar tanto Uber, Didi y otras aplicaciones.

Las constantes acciones violentas de los taxistas han sido criticadas por las cámaras empresariales de Quintana Roo, que incluso han pedido a la Secretaría de Movilidad local actuar y dejar a un lado su pasividad.

De acuerdo con la dependencia estatal, no le corresponde perseguir estos delitos, que ése es tema de la Fiscalía del Estado, que asegura que ya realiza investigaciones para deslindar responsabilidades sobre los hechos recientes.

Pero que la Fiscalía responsabilice a los taxistas que han amedrentado  a los turistas y las vías de comunicación será difícil, porque estos transportistas son parte ya de una mafia.

Lo que debe de suceder es que los operadores de automóviles de aplicación tendrían que cubrir con los mismos gastos y regulaciones de los taxistas, porque sí es una realidad que los taxis convencionales tienen que pagar placas y permisos especiales, lo cual los hace menos competitivos. Pero eso es tema con las autoridades, no golpeando choferes y amedrentando turistas. Y los taxistas deben ganarse a su clientela ofreciendo un buen servicio, como cualquier otro negocio.

Caos total

Ante la molestia de lo que ocurre en Cancún (como el 23 de enero, cuando bloquearon los accesos al aeropuerto, como se ve en la foto), el 27 de enero la ciudadanía se organizó para no utilizar el taxi tradicional, se trata de “un día sin taxi”, con el objetivo de exigir que se ponga un alto a los sindicatos y retiren las concesiones a los actuales operadores del transporte que nunca renuevan sus unidades, o que abusan y realizan cobros excesivos.
Ante la molestia de lo que ocurre en Cancún (como el 23 de enero, cuando bloquearon los accesos al aeropuerto, como se ve en la foto), el 27 de enero la ciudadanía se organizó para no utilizar el taxi tradicional, se trata de “un día sin taxi”, con el objetivo de exigir que se ponga un alto a los sindicatos y retiren las concesiones a los actuales operadores del transporte que nunca renuevan sus unidades, o que abusan y realizan cobros excesivos.Foto: Cuartoscuro

Quintana Roo no es el único destino en el que los taxistas tradicionales buscan evitar la operación de las app. Tras la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en febrero de 2022, las autoridades de la terminal explicaron que en el aeropuerto habrá una base de taxis por definir, mientras que las plataformas como DiDi o Uber podrán entrar a dejar pasaje, pero no recoger.

El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) colocó anuncios en sus terminales, que advierten de multas de 43 mil pesos contra conductores de aplicaciones que presten servicio en sus instalaciones.

¿Qué le deben o temen las autoridades para permitirle a los taxistas que se apoderen así del mercado? Que además, muchas veces ni siquiera se dan abasto, y las colas para poder conseguir un taxi tradicional son eternas.

Es verdad, los servicios de transporte por aplicación no cuentan con el permiso que debe otorgar la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, pero la pregunta es: ¿por qué no se los dan? Que paguen lo que corresponde y que puedan operar.

Pero es un círculo vicioso, los consorcios de taxis presionan a las autoridades, éstas ceden y entonces no se regulan los transportes por aplicación.

Y esto no sólo sucede en México, por ejemplo, en Buenos Aires, Argentina, en España y otros lugares del mundo, ha habido movilizaciones enormes.

Y es que mientras la mayoría de los taxis tradicionales anulan el diálogo, imponen sus reglas con violencia y cuando no están de acuerdo paralizan las zonas de mayor demanda turística, sin importar que los bloqueos perjudiquen a los usuarios y comerciantes cercanos, las autoridades se vuelven simples espectadores, sin detener estos actos de exigencia violentos.

Cancún, Quintana Roo, es uno de los destinos turísticos más importantes de México. Sólo en el verano del 2022 captó tres mil 567 millones de dólares, los cuales parecen estar en peligro este año, debido a la violencia que ejercen los taxistas para evitar la entrada del servicio por aplicación.