Ñu de Pau Luque

LAS CLAVES

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El escritor catalán residente en México Pau Luque (Barcelona, 1982) —ganador del Premio Anagrama de Ensayo 2020 por Las cosas como son y otras fantasías— da a conocer Ñu (Anagrama, 2024): libro inclasificable que asienta temas filosóficos desde tonalidades ensayísticas con limaduras autobiográficas en que ciertos índices de relato de formación (Bildungsroman) se despliegan con sigiloso humor en la búsqueda de soluciones de ‘mundanos trances’ existenciales. Narrador en primera persona: Luque presenta un retrato desenfadado de sí mismo.

A través de exploraciones de la memoria, mirada de escarnio y asimismo de guiños salpicados de ocurrencias de una comicidad cercana a episodios del Gordo y El Flaco y las cavilaciones de Woody Allen, desandamos por las páginas de Ñu sin saber a dónde vamos: de Génova a Barcelona con escala en Ciudad de México y después el giro en sentido contrario donde conocemos al extravagante Di Bastone —cronista de sucesos “tan inverosímiles que sólo pueden ser verdad”—, y a la poeta clandestina Curiel Jordana a quien le “dan mucho más miedo las personas que no tienen nada que esconder que las que sí”. 

Los adictos a los crucigramas en español saben que el ‘ñu’ se utiliza para llenar los cuadros/ huecos de simple solución. Luque realiza una lúdica alegoría en lisonjas a los enigmas, las dubitaciones, los deslices y las paradojas: los episodios de su vida se convierten en un sugerente cuaderno rebosado de fulgores expresivos y suscrito en paradojas trascendentes. “Con este divertidísimo e inesperado libro, Pau Luque anuncia la posibilidad de una filosofía de carne y hueso”, ha dicho la escritora mexicana Jazmina Barrera.  

Folios que dan cuenta de recuerdos infantiles rebosados de alborozada melancolía, fracaso de un concurso escolar de ecología, lecturas, búsqueda de soluciones y amigos extravagantes. Imperiosa pesquisa de subterfugios para encontrar procedimientos resolutivos en complicidad socrática con la poeta Curiel Jordana —inteligente, especulativa y ociosa—: por momentos uno llega a pensar que es el mismo Luque en la búsqueda y construcción de un alter ego. ¿Buscar refutaciones o sencillamente batallar con el desconcierto y el naufragio? La confusión vital recorre la trama de un cuaderno que seduce, precisamente porque no tiene trama: el autor nos acarrea, a través de seductoras digresiones, a un sendero de utilidades posibles, las cuales zozobran cuando creemos que ya somos dueños de la certeza.   

Luque es un experto de la divagación, mediante la voz de la primera persona narrativa hace referencia de sus voluntades anímicas como lo hizo en Las cosas como son y otras fantasías: el menoscabo, medula que justifica estas intrépidas intermisiones que dibujan una impresión fingida del desajuste. Presencia de racimos de los Diarios de Ricardo Piglia, susurros borgesianos, franjas de Javier Marías y cifras de Paul Auster. Despliegue de ‘índices eruditos’ referidos desde una sonrisa contagiosa a veces irónica y, sobre todo, íntima y cimbreante. “¿La vida es un problema? No estoy muy seguro. Nos suceden cosas, las cuales debemos estructurar como una espléndida narración que desdeñe la secuencia de problemas y soluciones”, ha dicho Luque.

Portada del libro "Ñu"
Portada del libro "Ñu"Foto: Especial

Ñu

  • Autor: Pau Luque
  • Género: Novela
  • Editorial: Anagrama, 2024