Alineación empresarial ante la 4T 2.0

El sector privado nacional renovará sus órganos de representación el próximo año, el Consejo Coordinador Empresarial, la cúpula de cúpulas de la IP, demanda cuadros que entiendan la política del actual régimen, sin morir en el intento.

Por su parte, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador también ajusta sus líneas de conexión con quienes producen la riqueza nacional. La salida del empresario Alfonso Romo de la Oficina de la Presidencia se intenta paliar con la llegada de Tatiana Clouthier a la Secretaría de Economía.

Carlos Salazar Lomelín libra esta semana una de las batallas más importantes de su gestión para racionalizar la determinación absolutista de la 4T por acabar con la subcontratación laboral (outsourcing), incluso con una de las más grandes, que es la del propio Gobierno federal.

En el Congreso, el cabildeo del CCE gana tiempo y a base de argumentos y datos ilustra a los soldados presidenciales sobre las repercusiones al empleo de casi cinco millones de personas que representará atender las instrucciones de Palacio Nacional sin mesura ni matices.

Será un éxito si la iniciativa se posterga al siguiente periodo ordinario que, en año electoral, deberá ajustar la disciplina de la mayoría a intereses coyunturales.

Al sector agropecuario, integrante estelar del CCE, le urge reposicionarse frente a la 4T. Las entregas tardías de fertilizantes en Guerrero son una perla que ilustra la desconexión política del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), atrapado por una transformación especializada en destruir antes que construir.

Destacan dos aspirantes para relevar a Bosco de la Vega a partir de febrero: Juan Cortina Gallardo, actual vicepresidente del CNA, y Vicente Gómez Cobo, de la Federación Mexicana de Lechería.

De Gómez Cobo destaca su faceta de empresario del sector, lo conoce y lo conocen. Interlocución con la 4T y con los opositores. Dotado para la negociación política. Formación técnica y experiencia de vida como ganadero y agricultor.

El próximo año será crucial en la construcción de una política pública para el sector agro viable. Una que haga posibles los enunciados contra la corrupción, a favor de la simplificación y transparencia sin detrimento de modelos de negocio viables en sus escalas. Ahí su aportación sería crucial.

Bálsamo frívolo. En un año sin tregua, el piloto tapatío Sergio Pérez regaló un suspiro. Frente a la cruzazuleada más grande de la historia, la victoria de Checo hace historia. Diez años en la máxima categoría del automovilismo y sin empleo para la próxima temporada, el mexicano tardó 192 grandes premios en poder subir a lo más alto del podio (el décimo en su carrera) y escuchar conmovido el Himno Nacional.

Su futuro inmediato es incierto, pero su presente es glorioso. Queda una carrera más de Fórmula 1. La de Abu Dabi podría ser la despedida de Checo Pérez, pero como ya demostró, todo puede pasar. Medio siglo transcurrió desde que otro paisano ganara en la F1; Pedro Rodríguez. De ese tamaño la hazaña del piloto de Racing Point en Bahréin.