Cienfuegos quema y vuela

Pesó más la relación de cooperación entre Estados Unidos y México, que el caso de presunto narcotráfico contra el exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos. Con esa consideración, la jueza Carol B. Amon aceptó la solicitud del fiscal del Distrito Este de la Corte de Nueva York para que la justicia estadounidense retirara los cargos en contra del general.

A Salvador Cienfuegos los marshalls lo traerán a México de inmediato y en calidad de ciudadano libre. Aquí, la Fiscalía General de la República tomará el expediente del caso que el Departamento de Justicia de Estados Unidos le entregó y decidirá qué indagar. Allegados al exsecretario afirman que él será el primer interesado en limpiar su nombre a través de una investigación exhaustiva que despeje dudas sobre su honorabilidad tras servir seis décadas al país.

El caso Cienfuegos quema, la DEA basó un caso histórico en delaciones histéricas de testigos protegidos; narcos y capos tras las rejas, declarantes de alquiler cantando cualquier melodía con tal de empinar al enemigo o salvar los trastes del negocio. Quemó allá porque, de la desconfianza estadounidense para ni siquiera avisar de tan relevante captura, pasó a una súbita fe en que en México sabremos qué hacer con el “sólido” caso que presumían tener.

Quema porque a su captura el Gobierno de la 4T estigmatizó al general y la onda expansiva, provocada por su detención, hizo que prometiera una poda de allegados que luego se matizó. Se habló de narco-gobiernos e igualó el caso con el de Genaro García Luna.

Después vino la gestión de la FGR y la Cancillería para conseguir lo que ahora presumen como logro diplomático magistral. En medio queda el resultado de la elección presidencial del vecino del norte. Las sospechas vuelan. El general también. Al Ejército, con cariño.

El factor Salgado Macedonio. Interesantes números para reflexionar sobre la contienda interna de Morena en Guerrero. En 1999, Félix Salgado Macedonio, uno de los apuntados, alcanzó los 400 mil votos en la elección para gobernador que, de manera muy cerrada, perdió contra el priista René Juárez.

En la contienda más reciente en la que consiguió la senaduría obtuvo 780 mil votos, y sus contendientes, que fueron Beatriz Mojica y Manuel Añorve, lograron 340 mil y 350 mil, respectivamente. A Luis Walton ya le ganó una para presidente municipal de Acapulco y a Pablo Amílcar lo superó desde una contienda interna.

En Guerrero, dicen los números, una elección se puede ganar con 550 mil votos, margen con el cual ya contaría Salgado Macedonio. La próxima semana hay una reunión para tratar de definir un candidato de unidad, pero todo indica que se irán a la encuesta. Con los antecedentes que hay ¿quién podría tener más fuerza para ganar la nominación y probablemente la gubernatura?