Carlos Urdiales

Corcholata y taparroscas

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Carlos Urdiales 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En la conversación pública el juego del tapadismo oficial rumbo a la sucesión presidencial puede ser un distractor, un divertimento también.

Hay a quienes disgusta que los reflectores, en vez de alertar sobre la violencia expansiva en Guanajuato, Tamaulipas, Chiapas y Michoacán, se extravíen con comilonas de profesionales de la grilla nacional, camarillas en pos de su futuro; de bien organizadas porras en auditorios que pretenden erigirse ya no en gran elector, sino en un nuevo gran destapador.

Mientras corcholatas se revuelven, apuntan y acomodan, en Pentalhó, Chiapas, pobladores encaran a fuerzas federales por su inoperancia; incuban nuevas autodefensas ante el embate del crimen organizado, que sienta sus reales en las rutas transfronterizas de droga y trata.

En Tepalcatepec, Michoacán, desaparece un líder comunitario junto con su familia, y escuadrones del Cártel Jalisco Nueva Generación atacan a dos fuegos con veinte trocas blindadas, mientras la comunidad repele a balazos la invasión. También en Uruapan, Tangamandapio, Zamora y Jacona hay enfrentamientos y desamparo. Disputa abierta y desafío enquistado.

En Reynosa, Tamaulipas, José Alfredo Hernández Campos, El Calamardo o H-27, jefe regional del Cártel del Golfo, fue detenido por la Fiscalía estatal, horas después un comando llegó a las instalaciones de la delegación judicial y rescató a su patrón. En la huida, los criminales cambiaron de vehículos y tiraron púas para romper los neumáticos de sus perseguidores. Moderno viejo oeste en la frontera con Texas.

El repunte de casos de Covid se confirma, la estadística oficial se afloja los fines de semana, pero el ascenso es consistente desde hace un mes. López-Gatell pide no desmantelar centros estatales de atención especializada. La vacunación contiene hospitalizaciones y muertes mientras las variantes del SARS-CoV2 alertan a la comunidad científica global, que debate la avaricia de quienes van por terceras dosis y la falta de solidaridad para llevar biológicos a tierras olvidadas por el egoísmo internacional.

Mientras tanto, el remasterizado juego futurista de quién habrá de continuar el proyecto transformador del actual Gobierno, a partir de 2024, además de entretener, acomoda. Puertas adentro, los factores se forman de cara a lo que vendrá. Trazan rutas para la competencia interna y construyen rampas alternas, por si se ofrece.

El fiel de la balanza abre juego. Todos tienen derecho a ser votados (y botados también). El pueblo acomoda a cada uno en su sitio (y los partidos políticos igual). A pesar de la creciente lista de posibles, lo real es que con encuestas de por medio, una sola voluntad podría tener mayor peso en la decisión de qué corcholata será la premiada.

Las otras taparroscas tentarán su suerte desde otras trincheras, que para eso están. Monreal y Ebrard podrán ser candidatos por Movimiento Ciudadano o Partido Verde, sin romper —del todo— con el Presidente y Morena. Para transformar, nuevas liturgias políticas. Escisiones pactadas.

Una corcholata y taparroscas de comparsa; dividir para vencer frente a una oposición diluida, incolora, sin creatividad, fuerza ni atractivo. Festivo destape, distractor nada frívolo y sí bastante estratégico.