Carlos Urdiales

Todo al INE

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales
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El Instituto Nacional Electoral (INE) no buscó, quiso o pidió poner orden al desorden de Morena rumbo a la renovación de su dirigencia nacional. Sin embargo, le toca. La sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó al INE hacer lo que no hace ni sabe: encuestas, no elecciones.

Resignados, los consejeros presididos por Lorenzo Córdova hacen lo suyo. Mañana podrán registrarse los aspirantes a la presidencia de Morena, Yeidckol Polevnsky, Alejandro Rojas Díaz-Durán, Mario Delgado y Gibrán Ramírez Reyes. Lo mismo aquellos que buscan la secretaría general.

El 7 de septiembre, la Secretaría Ejecutiva del INE, junto con representantes de los candidatos y de las empresas demoscópicas interesadas en participar conforme a bases y presupuesto, insacularán (sortearán) a tres de ellas para encargarles la aplicación de una encuesta nacional, abierta a simpatizantes y militantes del partido, que debe levantarse entre el 26 de septiembre y el 2 de octubre.

Los suspirantes deberán firmar un compromiso de civilidad, pero más importante, una carta donde se obligan a aceptar los resultados de la encuesta que las tres empresas seleccionadas entreguen; y eso, a los izquierdistas nacionales, se les atraganta. Ahí radica, quizá, el mayor desafío para el INE y las encuestadoras: blindarse contra la incapacidad endémica de los modernos liberales de la 4T que nunca aceptan una derrota, siempre reclaman triunfos, ciertos o falsos, son repelentes al designio de la democracia.

Llama la atención que el INE precisó la igualdad jerárquica-constitucional entre esa instancia y el TEPJF al emitir un comunicado aclarando que pese a ser pares, acatarían un fallo que obliga a tareas no programadas, gastos no presupuestados y dedicación en medio de su escasez de tiempo y energía frente a las elecciones de este año en Hidalgo y Coahuila, pero sobre todo, previo al mega proceso electoral de 2021.

Esto provocó que los magistrados electorales no se quedaran callados, aclararon vía redes sociales que sus sentencias están apegadas a la ley y a la Constitución. Que ellos no pueden preguntar al INE qué quiere y qué no quiere hacer, ni cómo debe resolver los asuntos presentados. Que el tribunal es consciente de la complejidad que representa la función electoral y las cargas de trabajo que conlleva; es lo cotidiano en la organización de elecciones y por ello entiende su preocupación.

Sume a la presión sobre el INE que el Presidente López Obrador anunció que la Secretaría de Hacienda enviará cartas al INE, a la SCJN y a la FGR para que en 2021 ejerzan sus presupuestos con extrema austeridad dadas las complicadísimas condiciones que México enfrentará en materia económica durante los próximos meses.

Y el revés de ayer del TEPJF a la prohibición del INE para difundir las mañaneras en tiempos electorales. AMLO se inconformó y el Tribunal le dio la razón. Y el INE, mudo. ¿Prudencia o falta de argumentos? Le digo, todo al INE.