El autógrafo de Kylian

De acuerdo con el guion que teníamos en las manos, la noche de ayer en París se suponía sería de Messi. Entonces apareció Thibaut Courtois para robarse el papel estelar con atajadas de todo tipo, incluyendo un penal a Lionel en la segunda parte. A tan sólo segundos del silbatazo final, la estrella francesa, Kylian Mbappé firmó un gol estratosférico con el que derrumbó la muralla blanca y confirmó que el principal artista del momento no es otro, más que él.

Con un poco de Maradona y un poco de Pelé, el atacante francés atravesó dos defensas como si fueran fantasmas y definió magistralmente entre las piernas del meta del Real Madrid que se quedó a tan sólo segundos de ser el responsable de un empate a cero goles en el Parque de los Príncipes. De acuerdo con la numerología y estadísticas de las que es apasionado Mister Chip, el Real Madrid ha superado 23 de 24 eliminatorias europeas tras empatar fuera de casa; es decir, un 96%. Mientras que ha avanzado 15 de 26 eliminatorias tras perder la ida ya fuera por un gol, 58%. Escenarios contrastantes en cuanto a estadística se refiere.

Ese gol en tiempo de compensación, estoy seguro de que terminó por motivar al presidente del Real Madrid por hacerse del futbolista francés. Ayer mismo debieron terminar los contratos, imprimir los documentos, compraron el bolígrafo con diamantes y hasta el cheque con el sueldo que elija Mbappé está listo. Una vez que concluya la temporada, será cuestión de días para que sea oficial. Florentino Pérez no dejará pasar la oportunidad de fichar gratis al hoy atacante del PSG y formar una dupla con Erling Haaland, la joya del Borussia Dortmund.

Además del gol y una actuación soberbia, Mbappé se encargó de despejar dudas y silenciar las opiniones dirigidas a cuestionar su desempeño individual ante lo que será su próximo club. Profesionalismo puro fue la respuesta sobre el césped y todavía nos falta la presentación del PSG en Madrid.

Mientras el verano se aproxima, Carlo Ancelotti tiene mucha tarea de cara al juego de vuelta en el Santiago Bernabéu. El madridismo entero resopló con el silbatazo final. El 1-0 (ya sin la regla del gol de visita) ha sido la mejor noticia de la noche para el conjunto blanco; pero en el camino ha perdido a dos indiscutibles: Mendy y a Casemiro; sumando ambas bajas, casi es otro gol en contra, además de que su mejor hombre, Karim Benzema, está lejos de recuperar el ritmo que traía antes de la lesión.

Pero en Champions nunca hay que dar por liquidado al Real Madrid, el conjunto merengue apelará a su grandeza y a su historia para superar la eliminatoria ante el Paris Saint-Germain. Tendrá el cobijo de 80 mil aficionados y el respaldo de tener a un estratega que suele encontrar respuestas en donde sólo parecen existir dudas.

Además de todo, hay otra buena noticia, y es que los próximos 90 minutos en Champions League, serán los últimos de Kylian vistiendo con una camiseta rival, motivo más que suficiente para que el madridismo entero sonría pase lo que pase el próximo 9 de marzo en la capital española. La firma más añorada está por volverse realidad.