El último pétalo

Noviembre estaba por terminar y mientras manejaba con destino a la oficina, escuchaba una cápsula sobre la Feria Internacional del Libro en Guadalajara. Hablaban sobre las ponencias de los invitados que habría ese día, pero no recuerdo los detalles de todo lo que se iba mencionando en la radio. Había que acelerar para ganarle al micro, frenar en seco, ceder el paso a peatones, etc. El día a día de la Ciudad de México; pero de pronto el título de un libro y el motivo del nombre atrapó nuevamente mi atención: Deshojando margaritas, historias rojinegras.

Un libro sobre la historia del Atlas contada desde el recuerdo de los fundadores (nietos e hijos) y exjugadores. Tristemente llegué a mi destino y no pude terminar de escuchar la cápsula. Sigo creyendo que esa mañana fue una premonición y no presté la suficiente atención, ya que en la charla mencionaban lo difícil de escribir un libro de un equipo de futbol que no cuenta con muchos éxitos. En ese momento debí haber apostado mi quincena completa a que el Atlas ganaba el título.

Para beneplácito de los aficionados al Atlas y a la lectura, y por supuesto, para el autor Alejandro Aquino, quien se confiesa rojinegro por un engaño de su padre, quien lo llevó al Jalisco y le dijo que el Atlas era un equipo triunfador, el último capítulo de uno de los históricos del futbol mexicano se escribió en la cancha el domingo pasado y esta vez, con letras doradas.

La actual directiva del club, encabezada por Alejandro Irarragorri y José Riestra, cumplió cabalmente con la misión de refrescar y devolverle el protagonismo a un club que estaba al borde de la extinción. Un tema más que constante y del cual he escrito en varias columnas, es sobre las herramientas de que tienen los clubes en el futbol mexicano para construir un proyecto deportivo. En su momento señalé los aspectos negativos de proyectos como el de las Chivas; y desde un enfoque positivo lo que ha logrado Grupo Pachuca con los Tuzos y el equipo de León, no por nada, los Panzas Verdes son hoy el subcampeón del futbol mexicano.

Ya había destacado las virtudes de Grupo Orlegi desde que tomaron el mando del Santos; y sí, el dinero es muy importante y más en estos tiempos, pero no lo es todo. Y ojalá, partiendo desde esa misma perspectiva, los actuales campeones del futbol mexicano estén convencidos del ascenso y descenso en nuestro futbol; porque, aunque ya Mikel Arriola ha prometido que para la temporada 2023-2024 volverá a disputarse el ascenso deportivo a Primera División, ahora si que como dicen en mi pueblo, “hasta no ver, no creer”.

No resta más que felicitar a toda la afición del Atlas que, durante más de un siglo, han demostrado que la pasión al futbol va más allá de condecoraciones o los trofeos. Felicitar a los jugadores que fueron como soldados durante todo el campeonato, siempre obedeciendo a su coronel, Diego Cocca, que como bien lo dijo en la conferencia de prensa pos-final “esto es para siempre”. Cuenta el escritor Alejandro Aquino, que el título del libro obedece al apodo original del Atlas y las leyendas sobre el origen; unos afirman que la esposa del fundador se llamaba Margarita, otros tantos, que se debe a la postal nostálgica de los aficionados que se la pasan deshojando flores temporada tras temporada. ¡Felicidades Atlas, sí, ésta fue la buena!