México en la COP27

JUSTA MEDIANÍA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Los efectos del cambio climático están aquí y allá: incremento en las temperaturas, fenómenos hidrometeorológicos de mayor intensidad, prolongación de los periodos de sequía, incremento en los niveles del nivel del mar y la extinción de especies animales, entre muchos otros.

En el caso específico de México, con base en el Atlas Nacional de Vulnerabilidad ante el Cambio Climático, existen 24 millones de habitantes expuestos al riesgo de inundaciones. Entre ellos se encuentran los habitantes de la comunidad de Frontera, en el municipio de Centla en el estado de Tabasco, quienes han visto que el mar ha ganado terreno a la tierra, afectando de manera directa sus inmuebles y provocando su desplazamiento a zonas libres de riesgo, con todo lo que ello implica; la comunidad está a sólo 100 kilómetros de la capital del estado.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático representa la agenda más seria, ambiciosa y global que existe para la construcción del desarrollo sustentable y regenerativo de nuestro planeta. La Conferencia de las Partes (COP) reúne a los actores más relevantes año con año, en la búsqueda de acuerdos, metas y toma de decisiones que permitan reducir el impacto ambiental y con ello sus efectos. Su primera edición se llevó a cabo en 1995 en Berlín, Alemania, y la integran más de 190 países.

La COP27 se lleva a cabo en Shram el-Sheij, en Egipto, y concluirá el próximo 18 de noviembre. En el caso específico de México, nuestros representantes refrendaron sus compromisos con la causa, exponiendo esfuerzos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero rumbo al 2030, entre otras estrategias, a través de la inversión de 48 mil millones de dólares, fortaleciendo así la transición energética. Se prevé que los esfuerzos que México implementa se reflejen en creación de empleos y crecimiento de la economía verde.

Uno de los aliados fundamentales y estratégicos de México en ésta y otras agendas es Estados Unidos, con quienes se trabaja en un plan bilateral para la generación de energía limpia. Dentro de él, se registra la participación relevante y protagónica del estado de Sonora, en el que se prevé la instalación de 5 plantas solares para la generación de energía eléctrica, además de la atracción de inversiones que permitan la explotación del litio, el desarrollo de semiconductores y la electromovilidad, siendo uno de sus activos más importantes, el proyecto de la central fotovoltaica de Puerto Peñasco; el gobernador del estado, Alfonso Durazo, y su equipo, con el apoyo de los integrantes del Gobierno de México, construyen un futuro sustentable que traerá beneficios de distinta índole a la región.

Los grandes problemas requieren el liderazgo y la participación de los grandes actores; sin embargo, la solución más efectiva se encuentra en la suma de millones de pequeñas acciones que signifiquen la participación de las mayorías. El ejemplo de las familias de Frontera no es el único, pero sí el más cercano y actual que nos permite dimensionar la urgencia de tomar medidas para contrarrestar los efectos del cambio climático.