Migrantes, motor de la economía

JUSTA MEDIANÍA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Pocos países cuentan con el gran apoyo económico de sus migrantes. El primer país en la lista es la India, que recibió de sus migrantes ubicados en países del exterior cerca de 87 mil millones de dólares en el 2021. Le sigue China, con 53 mil millones de dólares. En tercer lugar, un ejército de mujeres y hombres mexicanos que han tenido que dejar su tierra para buscar un piso mínimo de bienestar, que enviaron durante el mismo periodo más de 51 mil millones de dólares.

En algunos países latinoamericanos, las remesas representan una cuarta parte de sus ingresos. En el caso mexicano, las remesas representan el cuatro por ciento del Producto Interno Bruto. Parece poco, no por la cantidad, sino por el tamaño de nuestra economía. Aunque con este último porcentaje pudiera parecer que la importancia del recurso no es tanta, en la realidad, las remesas que envían nuestros paisanos son fundamentales para las familias receptoras, que tienen en ellas, su ingreso más importante, lo que les permite, principalmente, mantener hijos y adultos mayores.

Las mujeres tienen un papel protagónico en la vida de las familias, siendo ellas, por una parte, las encargadas de gastar e invertir las remesas enviadas. Pero no sólo eso, con base en datos del Banco de México, el 32 por ciento del dinero proveniente de los Estados Unidos, es producido y enviado por mujeres migrantes. Madres, hermanas y esposas que trabajan incansablemente para enviar recursos a su país y también ellas, quienes administran y deciden su utilización y destino en México.

Al cierre del 2021, las remesas recibidas en nuestro país ascendieron a 51 mil 594 millones de dólares, 21.1 por ciento más que los 40 mil 605 millones de dólares recibidos al cierre del 2020. Es Jalisco, la entidad federativa que mayor monto de ellas acaparó, alcanzando 5 mil 235 millones de dólares, seguido por Michoacán y Guanajuato. El crecimiento en las cifras de remesas alcanza ya ocho años consecutivos.

El fenómeno es muy interesante. Las remesas crecen, pero entre el año 2005 y el año 2018, fueron más migrantes los que regresaron a México, que los que partieron hacia los Estados Unidos, ello producto de la crisis económica, el endurecimiento de las leyes antimigrantes y los rasgos sociodemográficos de las comunidades de origen.

Al cierre del primer trimestre del 2022, las remesas continúan incrementándose, registrando un crecimiento de 18 por ciento contra el mismo primer trimestre del 2021.

Sin el esfuerzo de los migrantes y sin su generosidad que se traduce en apoyo a sus familias y comunidades de origen, México enfrentaría graves problemas de diversa índole. El tamaño de este esfuerzo es mayor a la Inversión Extranjera Directa, a las exportaciones petroleras y al monto de la inversión del Sector Público.

Las cifras récord son un reconocimiento a su capacidad de trabajo y el extraordinario desempeño que los caracteriza, en los distintos sectores en los que trabajan. Gracias a ellas y a ellos, que siguen luchando diariamente y de esta forma, fortalecen la economía mexicana. Toda nuestra admiración; sin embargo, la mejor forma de reconocerlos, será crear las condiciones para que la migración sea optativa y jamás la última alternativa.