El Poliedro

JUSTA MEDIANÍA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

E l Papa Francisco se ha referido en diversas ocasiones a esta figura geométrica. Sólida, de tres dimensiones, formada por caras planas, bordes rectos y esquinas agudas.

¿Pueden ser el buen gobierno y la buena política herramientas para vivir mejor? Claro que sí. La Conferencia del Episcopado Mexicano convocó a la comunidad mexicana a la Jornada de Oración por La Paz con dos objetivos puntuales: la conversión de los delincuentes y pedir a Dios por una buena política.

En un país como México, enmarcado en una coyuntura de enorme complejidad, la buena política y el buen gobierno, sin duda alguna pueden abonar a resolver conflictos de distinta índole. Además de promover una serie de postulados, la Iglesia católica convoca a ejercitar el diálogo, buscando retroalimentar lo que hasta ahora, al menos en materia de seguridad, se ha realizado.

En el espíritu de la invitación de la Iglesia católica a la procuración de una buena política y el buen gobierno, se encuentran algunas ideas desarrolladas por Su Santidad, el Papa Francisco, buscando orden social y político, teniendo como esencia la caridad social, buscando en todo momento el bien común. Él sostiene que la buena política está caracterizada por: 1. Trabajar por grandes principios y apostar por servir al bien común a largo plazo. 2. Que no busque únicamente hacerse de votos. 3. Que promueva el encuentro, la escucha del punto de vista del otro, facilitando que todos tengan un espacio en la mesa. 4. Que promueva una economía que considere un proyecto social, cultural y popular que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial. 5. Que tenga una visión amplia para fomentar un cambio integral.

Necesariamente esta buena política debe considerar a los más necesitados, no sólo como objeto de las principales estrategias de bienestar social, sino como agentes que participen de las decisiones a tomar. Es decir, no sólo se trata de ayudarlos, sino de reconocerlos como voces activas a las que debemos atender obligatoriamente. En este punto, el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador ha realizado un esfuerzo sin precedentes, acercándose como nunca antes se había visto, a las comunidades más necesitadas de nuestro país.

El Papa nos invita trabajar, a pesar de las diferencias promoviendo la escucha activa que permita una conexión, para la construcción de soluciones eficientes y creativas en un entorno sumamente complejo. Nos invita a alejarnos del individualismo buscando el bienestar de todos. A fijar metas compartidas que puedan alcanzarse gracias al esfuerzo común.

En un ambiente de enorme confrontación y polarización, es preciso evitar la descalificación del adversario y el insulto, promoviendo el diálogo abierto y respetuoso que realmente traiga consigo resultados.

Retomar todas o algunas de estas ideas pueden abonar a la solución. No será fácil, no será pronto, pero cuanto antes comencemos, mejor. Cada uno de nosotros, diferentes en mucho y parecidos en otro tanto, somos una pieza de ese poliedro, en el que convivimos, nos complementamos y formamos un todo.