Seguridad avanza

JUSTA MEDIANÍA

David E. León Romero
David E. León RomeroLa Razón de México
Por:

La Estrategia Nacional de Seguridad funciona y avanza. Por supuesto que existen áreas de oportunidad y pendientes que atender, pero los resultados que hasta este momento se registran nos brindan esperanza y certeza. Vamos por partes.

El método es importante; los encargados de seguridad analizan, planean y ejecutan estrategias diariamente. El Presidente atiende personalmente esta asignatura, que es una de las que más duelen a los mexicanos. La coordinación entre las autoridades civiles y militares ha sido proactiva y productiva como nunca antes.

Además del método, que podría parecer accesorio pero no lo es, se encuentra el fondo, espacio en el que me gustaría destacar dos elementos centrales: el primero, no existe acuerdo alguno entre grupos delincuenciales y autoridades; el segundo, se atienden las causas, no sólo los efectos, a través de una política social comprometida con los que menos tienen, con los más necesitados y los más desprotegidos.

Qué se puede hacer en materia de seguridad si el entonces titular de la dependencia encargada del tema se encuentra coludido con los grupos delincuenciales, al grado de encontrarse bajo juicio en un país extranjero.

En el segundo punto, los programas sociales han dispersado recursos como nunca antes. La eliminación de intermediarios ha permitido que los recursos lleguen a gran número de hogares mexicanos.

Por supuesto que estos programas deberán revisarse y fortalecerse, atender las observaciones que la Auditoría Superior de la Federación emita sobre los mismos, para garantizar eficiencia y transparencia, pero varios de ellos han demostrado ser útiles y exitosos.

Te preguntarás en dónde están los resultados. Para allá vamos. El homicidio ha sido por años un dato multicitado, pero considero que no es el único que refleja los niveles de violencia o seguridad, sino es uno de varios; los homicidios en nuestro país año con año crecían, hasta que este 2020 se logró no sólo detener ese crecimiento sino disminuir el número con respecto al 2019. Lograr frenar esta tendencia y disminuirla no es poca cosa.

Vayamos a los otros delitos que más nos duelen: el robo de vehículo ha disminuido 24 por ciento; el secuestro, 37 por ciento; el robo en el transporte público, 41 por ciento y el robo a transeúnte, 25 por ciento. ¿Nos sentimos más seguros? Inegi nos dice que sí. ¿Es suficiente? Ya he dicho que no.

Estos resultados son fruto de la estrategia del Presidente Andrés Manuel López Obrador, del trabajo invaluable de las Fuerzas Armadas y del método, honestidad y seriedad del doctor Alfonso Durazo Montaño. Regatear estos avances me parece inapropiado, por decir lo menos. La Guardia Nacional ayuda y ayudará muchísimo; sin embargo, resulta fundamental fortalecer lo local. Policías estatales y municipales deben continuar con sus procesos de preparación, depuración, certificación y fortalecimiento; muchas de estas corporaciones son parte hoy del problema y resulta urgente que se conviertan en parte de la solución.

Todo mi reconocimiento a quienes han emprendido esta lucha por construir la paz. La Estrategia Nacional de Seguridad avanza.