India Oxenberg: esclava sexual

CLARAMENTE

Dra. Yolanda Pica
Dra. Yolanda PicaLa Razón de México
Por:

Cuando India nació, en 1991, su madre Catherine (30 años), actriz estadounidense descendiente de la realeza europea, había decidido ser madre soltera e incluir a su hija en todas sus búsquedas internas.

Desde niña la llevó con chamanes y gurús. Después de que se casó su mamá, India creció rodeada de hermanos, como niña rica de Beverly Hills. En una meditación a los 10 años, guiada por su madre, tuvo por primera vez la sensación de “felicidad extrema”, la cual siguió buscando en su vida adulta.

A los 19 años asistió con Catherine al primer curso de Executive Success Program (E.S.P., Programas de Éxito Ejecutivo ) de la empresa NXIVM, descrito como “capitalismo consciente de personas que buscaban mejorar sus habilidades de comunicación para perfeccionar sus negocios y ganar dinero de manera ética y humanitaria”. El líder, Keith Raniere, un hombre que se describía como un genio, gurú, filósofo, con un coeficiente intelectual de 240, capaz de resolver los problemas más difíciles del mundo.

Executive Success Program (E.S.P., Programas de Éxito Ejecutivo ) de la empresa NXIVM
Executive Success Program (E.S.P., Programas de Éxito Ejecutivo ) de la empresa NXIVMFoto: Especial

India se sintió atraída por el grupo y decidió ingresar como estudiante para volverse coach, llevando una banda de colores dependiendo de su desarrollo, que iba del blanco hasta el dorado (máximo nivel). Ella hizo una “donación” de 100 mil dólares, su perfil era perfecto para el líder: joven, guapa, rica, de una familia poderosa, de tal forma que se mudó al lugar sede, Albany, NY, a continuar su proceso de “crecimiento”.

A los cinco años de formación le ofrecieron pertenecer a un selecto grupo de únicamente mujeres llamado DOS, del latín Dominus Obsequious Sororium, que significa: amo sobre mujeres esclavas; el único hombre era Raniere. Para ser maestras las mujeres debían reclutar más esclavas, la “finalidad” era que superaran sus conflictos personales a través de experiencias individualizadas, les pedían “garantías de lealtad” como videos sexuales explícitos y secretos familiares, asegurando su fidelidad por miedo a ser expuestas. A India le “diagnosticaron” problemas para la intimidad, por lo que debía mantener relaciones sexuales orales con Raniere. Su “ama” le autorizaba comer 500 calorías diarias, la mantenía sin dormir, a causa de esto, sufrió desnutrición, amenorrea y caída de cabello. En la fase “más elevada de desarrollo” la marcaron en la zona pélvica con un cauterizador, con las iniciales del líder (a todas se los hacían), experiencias justificadas con la finalidad de “demostrar su fuerza y autocontrol”.

Catherine se enteró de lo que su hija sufría por mujeres de DOS que desertaron. Ella emprendió un proceso para “liberarla” apoyada por una cuidadosa investigación del FBI. En marzo de 2018 se logró la detención de Keith Raniere en México, a donde había escapado. Actualmente está condenado a 120 años de prisión por tráfico de personas, pederastia, explotación sexual y crimen organizado.

India Oxenberg: esclava sexual
India Oxenberg: esclava sexualFoto: Especial

A India le tomó dos años y medio recuperarse mentalmente con tratamiento psiquiátrico especializado para víctimas de sectas.

De acuerdo a un trabajo de investigación de los doctores en psicología de la Universidad de Louisiana, Joseph D. Salande y David R. Perkins (American Psychiatric Association, 2018), expertos en el tema, los individuos que se integran en cultos (sectas) no manifiestan típicamente síntomas previos de enfermedades mentales. Usando el modelo del doctor Otto Kernberg, un reconocido psiquiatra estadounidense, de la Universidad de Cornell, se puede entender que algunas conductas que tienen los miembros de una secta funcionan en un modelo de “regresión” en el que se activan operaciones defensivas de la personalidad muy primitivas.

Quien se une a la secta, al inicio no lo sabe, por el contrario, piensa que se trata de un grupo legítimo, sano, que no abusará de ellos, y que sí les dará un espacio donde encontrar significado a su vida, luchar por un cambio social y una sensación de pertenencia.

Los temas son variados, política, religión, social o filosofía y comparten premisas: el mundo es malo, ellos son buenos, induciendo estados de división de la mente a través de rezos constantes, o como en el caso de NXIVM, mediante hipnosis buscando el control de sus mentes. Casi todos incluyen privación de sueño, disminución del consumo de alimentos, explotación psicológica y financiera, logrando un control total, antes llamado “lavado de cerebro”, con una dependencia ansiosa del grupo y del líder. Se encuentran métodos como coerción, intimidación, amenazas, abuso verbal y físico, manipulación, deshonestidad, aislamiento de la familia y amigos, control de las finanzas.

El líder tiene una personalidad psicopática y sabe muy bien lo que busca y lo que ganará con su control omnipotente de la persona.

India Oxenberg: esclava sexual
India Oxenberg: esclava sexualFoto: Especial

A través de sus técnicas logran llevar al individuo a un estado de “regresión y degradación del yo”, que activa las relaciones de apego de la infancia temprana, por lo que la víctima necesita la aprobación del líder o tienen sensación de muerte que incluye riesgo suicida, por eso no se puede separar. Entran en un estado de “división de la personalidad” y sienten que están “bien, iluminados mentalmente” por estar en el grupo y los que no pertenecen están “totalmente mal”, esto los lleva a perder la capacidad de pensamiento crítico. Presentan además negación, ya que al ingresar al grupo pensaban que les iba a dar escenarios positivos de desarrollo, al “negar” los aspectos que los dañan permanecen en la secta, aun cuando el líder se encuentre en prisión con pruebas de sus crímenes, lo siguen defendiendo, negando la realidad.

Keith Raniere logró agrupar 60 mil miembros, a lo largo de 30 años, en diferentes países. Para hacerlo construyó un sistema piramidal que tenía una organización compuesta por individuos igualmente psicópatas (verdugos), quienes se encargaban de reclutar adeptos y de adoctrinarlos en cascada, con una muy importante presencia en México, en donde debido a la gran influencia política y económica de sus representantes, tuvo una gran expansión y muchas víctimas.

En mis palabras: “Cualquier persona en el mundo que esté siendo manipulada, explotada o en medio de una relación de pareja abusiva, considere que estas experiencias existen en todos los niveles, pero los seres humanos somos capaces de ser libres, de curarnos y seguir adelante con nuestras vidas”.