El Istmo de la ignominia

DESDE LAS CLOACAS

El Duende
El DuendeLa Razón de México
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Tal parece que el sello de esta administración en los proyectos prioritarios es la improvisación y lo mal que están hechos.

A las observaciones y “peros” que tienen obras como el Tren Maya o el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, se suma una nueva, la del corredor del Istmo de Tehuantepec.

Y es que me cuentan que a un año de que iniciara la construcción del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), todavía no existe la coordinación necesaria entre las dependencias del Gobierno federal para desarrollar el proyecto.

¿De dónde surge esto? De una investigación interna que detectó deficiencias en la coordinación para la implementación de estrategias prioritarias y acciones puntuales contenidas en el Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec 2020–2024.

El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec es el proyecto mexicano que pretende competir al Canal de Panamá, conectar el Pacífico con el Atlántico, Asia con Estados Unidos. Y es uno de los objetivos primordiales de la administración lopezobradorista. 

Y como si estuvieran en kínder, a los responsables del proyecto se les recomendó incluso diseñar un tablero de control para el ejercicio 2021, en el cual se identifique cada acción puntual; las dependencias o entidades responsables; el nombre del área específica responsable de instrumentarla; las acciones particulares que se realizarán; los municipios en los cuales impacta la acción; las fechas compromiso y especificar los factores que pudieran incurrir en que no se llegue al resultado esperado. De plano con bolitas y palitos. 

Eso sí, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, así como empresas privadas, ha estado impulsando ante la Semarnat varios estudios de impacto ambiental que les den luz verde en megaproyectos de infraestructura carretera. 

Con todo esto tengo la ligera sospecha de que este proyecto del corredor, quedará sólo en un chiste tabasqueño. 

En el baúl. Tal parece que el resultado de la jornada del próximo 6 de junio será una pesadilla para el partido en el gobierno. No les ha funcionado ni aquel viejo truco de usar la violencia y el miedo como mecanismo para atraer el voto. Gubernaturas, alcaldías y diputaciones que ya tenían en la bolsa se les van a caer demostrando una vez más que del plato a la boca se cae la sopa. Incluso en bastiones que prácticamente están pintados de guinda, como la Ciudad de México, hay puestos de elección que se les van a caer. Para muestra un botón: en la recta final de las campañas proselitistas, Giovani Gutiérrez, candidato de la alianza opositora para la alcaldía de Coyoacán, logró en sólo un mes remontar la desventaja y estar varios puntos arriba sobre Carlos Castillo, candidato de Morena.

La cosa se ha estado desmoronando a tal grado, que el morenista Alejandro Guillén Samperio ya se sumó al aliancista. Y ojo, no es cualquier personaje, Guillén Samperio fue diputado constituyente en la Ciudad de México y Consejero Nacional de Morena.