Francisco Cárdenas Cruz

Rechaza AMLO que haya tanta violencia

PULSO POLÍTICO

Francisco Cárdenas Cruz*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Francisco Cárdenas Cruz
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En respuesta al generalizado clamor ciudadano de hacer frente al crimen organizado y al control que los cárteles de la droga mantienen en la mitad del país y a la petición de diálogo que le hizo la Comunidad Jesuita para un eventual cambio de la estrategia de seguridad, el Presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que la violencia esté a niveles nunca antes vistos, “como lo aseguran sus adversarios, voceros y achichincles que tratan de confundir, desinformar y manipular” lo que ocurre.

Y como de costumbre, defendió en su mañanera su política de “abrazos no balazos”, al señalar que, si se hubiera mantenido la premisa de los sexenios de los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, “que nos afectó muchísimo, hoy el país sería ingobernable”. Lo que, a querer o no, ocurre en amplias regiones de la República, en las que no hay más mando ni poder que el del narcotráfico, como consta a quienes son retenidos, interrogados y amedrentados en los retenes de lugares de los que están apoderados.

ESTO Y DE AQUELLO…

Tal pareciera que ahora son los representantes de la Iglesia católica, los que están en la mira de los cárteles de la droga, no sólo por los asesinatos de sacerdotes, como en Cerocahui, en la sierra Tarahumara, sino porque cada vez son más frecuentes las retenciones que han padecido recientemente el cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega; obispos como el de Zacatecas, Sigfredo Noriega Barceló, y no pocos sacerdotes, en los retenes controlados por el narco.

Bastan los reportes que a diario dan a conocer autoridades de las áreas de seguridad o medios de comunicación de estados como Michoacán, Zacatecas, Guanajuato, Jalisco, Sonora, Sinaloa, Veracruz o Chihuahua, por citar sólo algunos, que en distintos rumbos están bajo control del narcotráfico, a pesar de las ocasionales movilizaciones de elementos del Ejército o la Guardia Nacional en inferioridad numérica y armamento a la de cualquier cártel.

Por primera vez en 53 años de servicio, la Línea 1 del Metro será rehabilitada totalmente, por lo que estará cerrada de Pantitlán a Salto del Agua a partir del 4 de julio próximo hasta marzo del 2023, y la de Balderas a Observatorio, de marzo a agosto del mismo año próximo, lo que evitará riesgos de más accidentes.

Sin embargo, los cientos de miles de usuarios, quizá millones, que utilizan esa línea, enfrentarán serios problemas de transporte, que tendrán que hacerlo en unidades del actual servicio público que deberá ser muy bien planeado para evitar que se convierta en un duradero caos vial, como los que ocasionalmente ocurren en la Ciudad de México.

Alistan controversias en EU por competencia desleal de la CFE por violaciones al TMEC.