Nada desvía atención de la “Casa Gris”

Por más intentos distractores a los que el Presidente Andrés Manuel López Obrador recurre en sus mañaneras para que cese o aminore el escándalo de la llamada “Casa Gris” de Houston, por un conflicto de interés en el que pudo incurrir su hijo mayor al ocupar la residencia de un ejecutivo de la petrolera Baker Hughes, que ha obtenido contratos con el Gobierno federal, en Estados Unidos es motivo de investigaciones por parte de distintas autoridades de ese país.

A las diarias andanadas a medios de comunicación, periodistas, intelectuales, académicos, dirigentes y legisladores de oposición y a los consejeros del INE, ayer volvió a la carga contra el gobierno de EU por no cambiar su política exterior y “seguir financiando” a organizaciones como Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad que investigó y difundió el caso de José Ramón López Beltrán y su esposa, Carolyn Adams, tema que seguirá en la atención nacional y, sobre todo, internacional.

DE ESTO Y DE AQUELLO…

Si la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados aprobó un recorte presupuestal de mil 738.94 millones de pesos al INE, que solicitó a la Secretaría de Hacienda que se los retribuyera y ésta se negó, lo que lo obliga a instalar no las 161 mil 460 casillas, como una elección federal, sino sólo 57 mil 77, le motiva acusaciones mañaneras de que eso será así porque los integrantes del Consejo General de ese organismo se negaron a reducir sueldos y gastos.

Salir, como lo hizo ayer el Presidente, con que el INE realizará esa consulta “a regañadientes”, no es más que continuar la campaña de críticas y acusaciones que ha emprendido desde hace varios meses con el propósito de debilitar ese organismo con descalificaciones que busca “depurar” con una reforma que envió a la Cámara de Diputados.

Con eso de que los senadores de Morena, incluidos su líder, Ricardo Monreal, y la presidenta de la mesa directiva, Olga Sánchez Cordero, en un desplegado de prensa, tildaron de “mercenarios” y “traidores a la patria” a millones de mexicanos que están en desacuerdo con el Presidente de la República y con la 4T, y han empezado a convocar a no acudir el 10 de abril a votar en la consulta de ratificación de mandato, que eso será.

Muchos de ellos son los que coinciden en que esa ausencia ciudadana en las urnas debe ser la respuesta a los integrantes de la Cámara alta, aun aquellos que por “orden superior” o por quedar bien con el Ejecutivo federal, no dudaron en suscribir esa pública acusación y perder el respeto y reconocimiento que algunos de ellos mantenían por su trayectoria política, legislativa y administrativa, a lo largo de muchos años.