Se tambalea Jesusa por reclamo panameño

PULSO POLÍTICO

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Luego de la exigencia de respeto del presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, a su homólogo, Andrés Manuel López Obrador, por su crítica a la canciller de aquel país, Erika Mouynes, al negarle el beneplácito a Pedro Salmerón como embajador y advertirle que México puede designar a quien guste, pero su país a decidir a quien le dice sí y a quien le dice no, la propuesta de la senadora morenista suplente, Jesusa Rodríguez, se tambalea en medio de críticas panameñas.

Aun cuando el Ejecutivo federal, hasta anoche, no ha hecho ningún comentario al reclamo del mandatario de aquel país, todo parece indicar que la propuesta de la también historiadora, actriz y militante de Morena se mantiene, a riesgo de que, como en el caso de Salmerón, el gobierno de Cortizo, se niegue también a aceptarla como embajadora, lo que empeoraría las ya afectadas relaciones diplomáticas.

DE ESTO Y DE AQUELLO…

El público desencuentro sabatino entre el presidente López Obrador y el titular del INE, Lorenzo Córdova en el teatro de La República durante la ceremonia conmemorativa de la promulgación de la Constitución de 1917, confirmó el grado de enfrentamiento al que se ha llegado en el caso del consejero presidente.

Por cierto que ayer domingo, Córdova hizo un llamado a los titulares de los tres órdenes de gobierno a respetar la veda electoral que comenzó el viernes anterior y que se ignoró en la mañanera tlaxcalteca de ese día al convocar el Presidente a la gente a participar en la consulta de revocación de mandato, desdeñando lo que ordenan los organismos en esa materia, INE o Tribunal.

Contra lo que ilusamente se creyó al inicio de este sexenio, ni los supuestos “acuerdos” con la disidencia magisterial agrupada en la CNTE, han evitado que algunas secciones como la de Michoacán, sigan en pie de guerra con bloqueos de vías férreas, ni los soldados de la Guardia Nacional, dedicados a tareas policiacas, han logrado infundir respeto ciudadano con la ocurrente política de “abrazos, no balazos”.

Lo sucedido la semana pasada en la entidad que gobierna Morena con enfrentamientos entre efectivos del Ejército e integrantes de la Sección 18 de la Coordinadora y en la Autopista del Sol, en donde normalistas de Ayotzinapa se enfrentaron a elementos de la GN, son ejemplos de ello.

Ante la amenaza de que esos grupos de estudiantes intentarán de nuevo bloquear la caseta de Palo Alto, los mandos militares ordenaron reforzar la vigilancia, con lo que crece el riesgo de que se susciten nuevos y peores choques, que parecen demostrar el intento de buscar víctimas que sea la chispa que genere un conflicto de proporciones mayores.