Los familiares de los rehenes se lanzan contra el Gobierno de Netanyahu

VOCES DE LEVANTE Y OCCIDENTE

Gabriel Morales Sod*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Gabriel Morales Sod
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Han pasado ya más de seis meses desde el 7 de octubre. Seis meses en los que 134 rehenes han pasado bajo tierra, en cautiverio por Hamas.

Tan sólo unas horas después del ataque, el padre de Omer Shemtov, de 21 años, uno de los secuestrados, decidió subir un post a Facebook pidiendo ayuda. Después de varias horas de incertidumbre, la familia descubrió videos de Hamas donde se veía a Omer secuestrado en Gaza. En el post llamaban a otras familias a compartir sus casos. Éste fue el inicio del movimiento para la liberación de los rehenes. Un movimiento civil que en pocos días se convirtió en una organización internacional que ha llenado las grandes capitales del mundo con la consigna #bringthemhome. Desde el principio, el movimiento decidió abstenerse de atacar al Gobierno israelí para evitar que la demanda de liberación de los rehenes se tornara en un asunto político de izquierdas contra derechas.

No obstante, conforme fueron pasando las semanas y la derecha israelí comenzó a expresarse contra un acuerdo para la liberación de los rehenes, porque implicaría un cese al fuego, algo insólito pasó. Miembros del gobierno y grupos de derecha comenzaron una campaña contra el movimiento. Parecía inconcebible que grupos de la sociedad israelí se atrevieran a organizarse en contra de las familias. Sin embargo, el movimiento por la liberación de los rehenes siguió firme en su decisión de mostrarse como un actor independiente y apolítico, evitando unirse a los manifestantes contra el Gobierno de Netanyahu. Eso era así, hasta esta semana. El cambio provino del actor más inesperado.

Netanyahu ha tratado de evitar reuniones con las familias por más de seis meses. La mayoría de los secuestrados son habitantes de los kibbutzim en el sur y jóvenes de la fiesta Nova, pocos de ellos partidarios del primer ministro. A una de las pocas personas que Netanyahu aceptó ver fue a Einav Zangauker, madre del rehén Matan Zangauker. ¿Por qué a ella? Porque Einav y su familia han sido por años partidarios acérrimos del Likud y de Netanyahu. Después de reunión tras reunión y de promesas falsas del primer ministro, Einav, en sus propias palabras, se dio cuenta del engaño, y el fin de semana pasado en una entrevista con el principal periódico de Israel llamó a derrocar el gobierno. Einav explicó en la entrevista que, aunque fue un proceso lento, está hoy convencida de que el verdadero obstáculo para llegar a un acuerdo para la liberación de los rehenes es Netanyahu. El llamado de Einav se convirtió en consigna y el movimiento, por primera vez desde la guerra, cambió su objetivo: sustituir a Netanyahu. En un discurso emotivo frente a decenas de miles de manifestantes este lunes, Einav le envió un mensaje a Bibi: “Te metiste con la madre equivocada, no me queda alternativa sino remover el obstáculo, encargarme de que dejes tu puesto y te sustituya alguien que pueda regresar a los rehenes a casa, continuaremos persiguiéndote, encenderemos el país, haremos temblar la tierra, no te dejaremos libre ni un día ni una noche.”