Héctor Badillo

Aumenta tensión entre Rusia y la OTAN

DESDE EUROPA

Héctor Badillo*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Héctor Badillo
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Una serie de acontecimientos recientes, como la adhesión de Suecia y Finlandia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y las amenazas del envío de tropas internacionales a Ucrania, ha desatado una relación cada vez más tensa entre Rusia y Occidente, encabezado por Estados Unidos e Inglaterra.

Las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, respecto al envío de tropas terrestres de la OTAN a territorio ucraniano hacen crecer las posibilidades de un enfrentamiento internacional y mucho más amenazador, pues ya se habla de una guerra nuclear latente.

Así lo dijo el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien advirtió que el envío de tropas de la OTAN a Ucrania podría desatar esa guerra nuclear, que pone en riesgo a la civilización.

Durante su discurso a la nación y tras dos años de guerra en Ucrania, el mandatario ruso dejó claro que su poderoso país no tiene ninguna intensión de invadir Europa, como se ha manejado en Occidente, y amenazó que “las consecuencias para los posibles intervencionistas serán mucho más trágicas”.

La reciente aprobación de Hungría para la adhesión de Suecia y la ratificación de la entrada de Finlandia a la OTAN es otro factor que hace crecer las tensiones geopolíticas entre Rusia y Europa.

Con la adhesión de Finlandia el pasado 4 de abril, la OTAN ha ganado 1,300 kilómetros de frontera con Rusia, es por ello que Moscú se siente amenazado en un momento en el que las relaciones con Occidente son cada vez más complejas y difíciles, mientras que la presión aumenta.

Ante este panorama, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, declaró en el Foro Diplomático de Antalya, Turquía, que su Gobierno planea “desplegar fuerzas adecuadas a los desafíos de seguridad” que pueda enfrentar Rusia ante la adhesión de Finlandia y Suecia.

Desde Europa se han minimizado públicamente las advertencias de Vladimir Putin e inclusive el secretario adjunto de la OTAN, Mircea Geoana, respondió literalmente que “la amenaza nuclear de Putin es un intento de intimidación psicológica, más que un plan real”.

Sin embargo, los Gobiernos europeos comienzan a mover fichas como el Gobierno de Alemania, que anunció recientemente que ya planea el envío de 27 mil soldaos a Lituania, país fronterizo con Rusia, ante la preocupación de una expansión de la invasión rusa en Europa.

Las eleciones en Estados Unidos, Rusia y Europa son otro factor importante para esta oleada de amenazas geopolíticas, que, aunque tienen un trasfondo electoral, no se deben tomar a la ligera, porque una guerra con armas nucleares pone en riesgo la vida de todo el planeta.

La guerra en Ucrania ha sido desgastante para ambos bandos. Inclusive, desde Estados Unidos se ha puesto en duda seguir financiando este enfrentamiento que lleva más de dos años y no parece tener un fin próximo. Pero estos últimos acontecimientos acercan cada vez más a las naciones involucradas a dejar de pisar el freno y comenzar una nueva guerra mundial que sería desastrosa para todos en el planeta.