El cinismo de Calderón en España

DESDE EUROPA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En la Convención del Partido Popular en España participó como orador el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, quien se llenó la boca de autoelogios por su estrategia de seguridad aplicada en México durante su gobierno, pasando por alto que su mano derecha y la persona que encabezaba la seguridad del país está actualmente preso en Estados Unidos acusado de proteger a cárteles de la droga y lavar dinero.

Calderón es un claro ejemplo del cinismo y el surrealismo de la política mexicana. Parece que a estos personajes los ciega el poder y viven en otra realidad, pues en todo el mundo es sabida la criminalidad que desató su guerra contra el narcotráfico y los cientos de miles de muertos, desaparecidos y secuestros que trajo como consecuencia sin que nada positivo dejara su gobierno para el país.

Todos recordamos a Calderón al haber alcanzado la Presidencia con un fraude electoral y en cuanto arrancó su mandato tratar de legitimarse en el poder declarando una guerra fallida y falsa en contra de grupos criminales que en ese momento se distribuían por todo el país, lo que muy pronto dio como resultado un fracaso y muchas víctimas que lamentar.

Desde el principio fue una guerra perdida y no sirvió para detener una industria criminal multimillonaria. Está documentado que durante el gobierno de Felipe Calderón uno de los cárteles más importantes, el de Sinaloa, encabezado por Joaquín Guzmán Loera, aumentó su poderío y llegó a niveles internacionales que nadie pudo imaginar, más que los propios capos de la droga.

Si algo tiene la historia, es que difícilmente se puede borrar y esa mancha quedará siempre en ese gobierno y en su autor que ahora anda dando discursos a grupos de ultraderecha. Calderón presumió sus “logros”, pero sin referirse a las miles de víctimas que dejó en su mandato y del cual podría haber resultados próximamente si la Corte Penal de La Haya decide emplazarlo a juicio por la denuncia penal por delitos de lesa humanidad que un grupo de mexicanos presentó hace varios años en ese máximo tribunal con sede en Países Bajos.

Ese expresidente panista presumió la estrategia de seguridad para renovar los cuerpos policiales con exámenes de control de confianza y, sobre todo, con el uso de polígrafos para detectar mentiras. Curiosamente me queda una duda, Felipe Calderón pasaría una prueba de polígrafo hablando de su misma estrategia de seguridad, cuando su secretario de Seguridad Genaro García Luna espera que inicie su juicio en Estados Unidos por narcotráfico o que el policía Luis Cárdenas Palomino, hombre de “confianza”, también enfrenta a la justicia por corrupción y tortura.

Por eso es importante que se enjuicie a estos personajes oscuros que se mantienen impunes ante sus acciones. El gobierno de Calderón fue uno de los más corruptos y sangrientos para México sin dejar a un lado el hostigamiento a la prensa y la censura al periodismo crítico.