El futbol presiona a Rusia

La guerra desatada entre Rusia y Ucrania también ha hecho eco en el mundo del futbol para que se impongan sanciones a la selección rusa, que podrían impedir su participación en la próxima Copa del Mundo que se llevará a cabo en Qatar, a finales de este año.

Desde Francia, casa de la selección campeona del mundo, se desató una polémica tras las declaraciones del presidente de la Federación Francesa de Futbol, Noel Le Graet, quien afirmó que debería excluirse a Rusia del próximo mundial de Qatar, como consecuencia de la invasión a Ucrania del pasado 24 de febrero.

La Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) no se ha pronunciado respecto a un posible veto a la selecciona rusa en esa competencia internacional en noviembre de este año; sin embargo, este fin de semana anunció una serie de medidas en contra de la selección rusa de futbol para “solidarizarse” ante la invasión de territorio ucraniano.

Entre las medidas propuestas destaca: primero, Rusia no podrá ser sede de ninguna competición internacional de futbol, los partidos de local se jugarán en territorio neutral y no habrá espectadores dentro de los recintos en los que se lleven a cabo los encuentros de futbol.

Segundo, la selección de futbol rusa, o cualquier equipo que la represente, sólo podrá utilizar el nombre “Unión de Futbol de Rusia” (RFU) y no Rusia.

Y tercero, los equipos rusos no podrán utilizar la bandera o el himno nacional en los encuentros en los que participen. Algo parecido a lo que ya sucede en las competencias olímpicas, en las que se impide a los deportistas rusos utilizar su nombre oficial y defender sus colores después del escándalo de dopaje por parte de algunos deportistas.

La FIFA informó en un comunicado que las medidas se aplicarán hasta nuevo aviso y podrían venir más sanciones en un futuro, incluida la expulsión de equipos rusos de las competiciones si la situación entre Rusia y Ucrania no mejora próximamente.

Todo esto en medio de un panorama muy tenso que podría desatar una guerra mundial entre potencias militares, que no beneficia a nadie. Medidas que amenazan al futbol ruso y parecen insignificantes ante las puertas de una latente guerra mundial que pone en riesgo a la humanidad entera.

Es bueno que exista la disposición de solidarizarse con un pueblo, el de Ucrania, pero quitarle el futbol a Rusia impacta más en los ciudadanos de pie que en las cabezas que están detrás de la guerra. Se trata de medidas políticas metidas bajo presión en el deporte, más que una resolución a conciencia. El futbol, y el deporte en general, funciona como una válvula de escape de las problemáticas sociales y, sobre todo, competencias como el Mundial representan la unión entre países y la convivencia entre distintas sociedades, lo cual debería promoverse y no aplicar sanciones con propósitos distintos a los deportivos y de entretenimiento.