Hector Badillo

Juicio histórico por genocidio contra el Gobierno israelí

DESDE EUROPA

Hector Badillo*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Hector Badillo
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Esta semana dio comienzo el juicio por genocidio contra Israel en la Corte Penal Internacional con sede en La Haya, Países Bajos, tras la demanda de Sudáfrica contra el Gobierno de Benjamin Netanyahu.

Las primeras vistas se hicieron presentes ante el órgano judicial de la Organización de las Naciones Unidas por el presunto caso de genocidio presentado contra Israel por la situación actual que se vive en la Franja de Gaza tras 100 días del inicio de la invasión en territorio palestino.

La demanda de Sudáfrica exige al Gobierno de Netanyahu el cese de la invasión en territorio palestino que ha dejado al menos 23 mil muertes de civiles, de las que 10 mil de las víctimas mortales han sido niñas y niños, según información de medios europeos.

El caso contra Israel fue presentado por Sudáfrica a finales de diciembre con la acusación de que se han cometido actos genocidas en Gaza durante la guerra declarada contra Hamas y se pide que dicho tribunal internacional imponga medidas cautelares para detener las mortíferas operaciones del ejercito israelí en la región ocupada. El país africano también demanda la apertura de un procedimiento a Israel por violación de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio.

El artículo segundo de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio estipula que “se entiende por genocidio cualquiera de los actos perpetrados con Ia intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.

En ese punto basa Sudáfrica la acusación por genocidio en contra de Israel, ya que condena los actos de “carácter genocida que están destinados a destruir una parte sustancial del grupo nacional, racial y étnico palestino”.

La sanción de este delito internacional no sólo castiga el genocidio en sí, también la asociación para cometerlo, la instigación directa y pública a cometer genocidio, la tentativa de genocidio y la complicidad del acto genocida.

Si la Corte Penal Internacional encuentra culpable a Israel y sus dirigentes implicados en este genocidio podrán ser castigados, “ya se trate de gobernantes, funcionarios o particulares”, según el texto impreso por el Instituto Interamericano de Derechos Humanos.

Ante este complejo panorama que dio pie a un juicio histórico, Israel ya negó las acusaciones delante del tribunal internacional y el equipo de abogados israelí se defendió alegando que un Estado que no forma parte en el conflicto presenta una solicitud de medidas cautelares que requieren la suspensión unilateral de las operaciones militares y calificó de “asombrosa” la petición de Sudáfrica para imponer medidas que incluyan la “suspensión inmediata de las actividades militares” en Gaza, ya que podría ayudar a Hamas a reagruparse y organizar un nuevo ataque.

En resumen, Israel no piensa y no quiere frenar los ataques en territorio palestino y así lo ha hecho saber Netanyahu en innumerables ocasiones.

Por su parte, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, acusó a Sudáfrica de violar la Convención sobre Genocidio y aseguró que no hay fundamento para las reclamaciones contra su Gobierno.

Ante los hechos, una buena parte del mundo exige con manifestaciones y protestas un alto a los bombardeos indiscriminados en contra de la población civil que nada tiene que ver con Hamas y, mucho menos, con los ataques terroristas. Sobre todo en contra de niñas y niños indefensos que están sufriendo estas acciones abusivas por parte de un Gobierno asesino que parece no importarle los derechos humanos de los palestinos.