Hector Badillo

Los peligros del crecimiento de la ultraderecha

DESDE EUROPA

Hector Badillo*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Hector Badillo
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En Alemania se vive un tenso ambiente político ante el aumento de votos para la ultraderecha en un país en el que históricamente se han cometido atrocidades en nombre del racismo y el nacionalismo.

Europa vive una peligrosa disputa que le da vida a la extrema derecha, la cual se encontraba al margen del esquema político y cada vez avanza más peligrosamente. Los votantes han volteado hacia las posturas más radicales y extremistas ante la desilusión de los partidos de izquierda y de centro, considerando que votar a los extremistas se traduce en un cambio político. Italia, Suecia, Alemania, España, Hungría, Finlandia, Polonia y Francia son algunos de los países europeos donde la ultraderecha gana cada vez más poder e incluso ya ocupan importantes puestos de gobierno.

El racismo y la discriminación a las minorías, principalmente los migrantes, juegan un papel muy importante para el auge de la extrema derecha en Europa, y esto es una realidad. La discriminación se ve en las calles, se escucha en los comentarios de la gente en los bares, se percibe en el trato en las oficinas públicas y hasta en los partidos de futbol hay expresiones racistas en contra de jugadores que no son europeos.

Hay un caso en particular en el estado de Turingia, en el centro de Alemania, que dibuja el ambiente social en Sonneberg, una región gobernada por el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania, en donde ser extranjero o de aspecto distinto al de la mayoría es una característica que influye en cómo vivirás en esa ciudad.

Los inmigrantes que habitan esta pequeña ciudad de 22 mil habitantes afirman que aumenta la intolerancia, la discriminación y las amenazas en su contra. En las oficinas públicas son objeto de discriminación por el simple hecho de buscar empleo. Se ha normalizado el insulto y la discriminación hacia las minorías en las calles, en las plazas, en los centros comerciales, en una población donde 30 por ciento de ciudadanos defiende posturas hostiles hacia los extranjeros, según un estudio de la Universidad de Leipzig.

El partido conocido por sus siglas en alemán AFD, reconocido por la agencia de inteligencia alemana como extremista, es una formación que abiertamente defiende las políticas fascistas y antiinmigrantes y promueve la desconfianza total hacia los extranjeros. Algunos de sus miembros se mantienen bajo vigilancia oficial por su ideología extrema.

El racismo, la xenofobia y la discriminación no son las únicas amenazas de la ideología de extrema derecha, en Alemania ha aumentado la violencia y los ataques contra extranjeros o minorías. La ministra del Interior, Nancy Faeser, confirmó que los refugiados son el grupo social en mayor peligro de ataques violentos. Gente que llega a Europa huyendo de la violencia, la desigualdad y la pobreza y en la región se enfrentan a lo mismo.

La ultraderecha tiene un disfraz con el que pretende ser la opción diferente a los partidos políticos convencionales. Esto es lo que pasó en Alemania, no es que todos los alemanes que votan por la ultraderecha tengan ideologías antiinmigrantes, sino que creyeron en el discurso de AFD de ser un partido diferente fuera de los estándares políticos.

Ante este panorama y la tónica de alianzas gubernamentales con partidos ultraconservadores, en España se puso un alto a la ultraderecha en estas últimas elecciones. El partido Vox, aliado estratégico de la extrema derecha italiana, perdió votos estas elecciones, lo que deja casi sin posibilidades la investidura de la derecha y es la excepción del crecimiento de la ultraderecha en Europa.

No sólo en Europa hay gobiernos de extrema derecha. Estados Unidos eligió un presidente con estas características, Donald Trump, y México vivió 12 años de gobiernos de derecha panista, aunque ahora las cosas son distintas en nuestro país y se vislumbra un nuevo horizonte en beneficio de los que menos tienen, bienvenida la democracia y las libertades.