Tráfico ilegal de piezas arqueológicas en Europa

DESDE EUROPA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El gobierno de México denunció ante las autoridades alemanas una subasta que califica de ilegal en contra de la Sociedad Gerhard Hirsch Nachfolger, la cual planea vender el próximo martes 74 piezas arqueológicas que pertenecen al patrimonio cultural del país y, por lo tanto, considera que eso es un delito y una práctica que fomenta el tráfico ilegal y la delincuencia trasnacional organizada, de acuerdo con lo informado por la Secretaría de Cultura mexicana.

La identificación de las 74 piezas arqueológicas se realizó por medio del catálogo de la subasta y una investigación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Alejandra Frausto, titular de Cultura, envió una carta directamente a la casa de subastas alemana para detener la venta de dichas piezas porque eso constituye un delito, según el derecho mexicano. A esta demanda, en contra de dicha empresa alemana que promueve la subasta, se han sumado gobiernos de otros países como Guatemala y Panamá, que también exigen un alto a la subasta y la repatriación de las piezas precolombinas.

Ésta no es la primera vez que las autoridades de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Secretaría de Cultura, intentan detener la subasta de piezas arqueológicas en territorio europeo y en otras partes del mundo. A principios de este año, por ejemplo, se intentó frenar sin éxito otra subasta “ilegal” en París, Francia, de 30 piezas prehispánicas.

Estas subastas ilegales fomentan el tráfico ilegal de objetos arqueológicos propiedad de la nación y la delincuencia transnacional organizada, como lo afirma el gobierno mexicano y muestran un modelo de negocio criminal que deja muchas dudas en el aire.

Cómo salen estas piezas arqueológicas de su país de origen, quién las transporta y cómo logran entrar a territorio europeo sin ser descubiertas. Quién está detrás de esta venta ilegal y cuánto dinero deja una maniobra delincuencial para sacar del país 74 piezas prehispánicas, seguramente una buena cantidad para tomar el riesgo. También, cómo es que estas casas de subasta hacen pública una venta que a todas luces va en contra de la ley y por qué las autoridades correspondientes no frenan este tráfico ilegal que genera la pérdida del acervo cultural e histórico de un país.

Hasta el momento no hay ninguna respuesta del gobierno alemán ni de la Sociedad Gerhard Hirsch Nachfolger, por lo que sigue con su intento de subastar una parte de la colección de 324 piezas de arte prehispánico provenientes de México, Guatemala, Panamá, Perú, Bolivia, Colombia, Costa Rica y Ecuador. Sin duda, se trata de una colección rica en historia y cultura que ha sido sustraída ilegalmente de estos países latinoamericanos y pretende venderse al mejor postor.