Miscelánea

ENTRE COLEGAS

Horacio Vives Segl*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Horacio Vives Segl
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Para esta ocasión, dedico la colaboración a tocar distintos temas tanto en el ámbito nacional como internacional ocurridos en la última semana y que son relevantes en la discusión pública.

En primer lugar, me refiero al atentado y accidente de dos líderes mundiales. Empecemos con el atentado al primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, a plena luz del día el pasado viernes. Un disparo a quemarropa por parte de Juraj Cintula, un conocido escritor. Más allá de lo impactante del caso per se –recordemos que no hace tanto ocurrió el magnicidio en circunstancias similares hace dos años de Shinzo Abe, el ex primer ministro japonés–, es el móvil político, en contra del perfil de gobierno de Fico, con las alianzas y guiños a personajes tan nefandos, como el sátrapa ruso Vladimir Putin o el húngaro Viktor Orbán. Por más grave que sea el desempeño del gobierno y legítimas las diferencias con quien lo encabece, nada justifica el uso de la violencia con fines magnicidas.

Otro caso que llamó la atención fue el accidente en helicóptero del presidente iraní Ebrahim Raisi, a principios de semana. En uno de los momentos de fuerte efervescencia de la siempre conflictiva región de Medio Oriente, la muerte del número dos de Irán –después del Ayatola- y con la espada de Damocles de una crisis nuclear en movimientos pendulares sobre la región, en nada ayuda lo acontecido a la estabilidad del país ni de la zona.

En algo francamente inaudito, es increíble la escalada en la tensión diplomática que en los últimos días se ha suscitado en la relación bilateral entre Argentina y España. Es muy llamativo que dos naciones que comparten profundos lazos estratégicos, culturales y comerciales, se vean envueltas en una crisis diplomática que inició con un sainete. Es sabido que el presidente argentino Javier Milei es irrespetuoso y tiene la lengua muy suelta —previamente había tenido roces con el presidente mexicano y, de mayor intensidad, con el colombiano, Gustavo Petro—. Por otro lado, el presidente del gobierno español Pedro Sánchez —como lo ilustró hace unos días que dejó “en pausa” sus deberes al frente del gobierno—, ha dejado muy en claro hasta dónde puede llegar frente a los señalamientos de corrupción que le hagan a su esposa. Milei tendió la provocación y Sánchez reaccionó. El conflicto ha escalado tanto, que España ha retirado a su embajadora en Buenos Aires. Ojalá que, por el bien de las dos naciones, los buenos oficios diplomáticos se impongan pronto y que el episodio quede superado.

Regresando a temas de trascendencia global y con impacto nacional, recordemos que hace unos días, el 17 de mayo, se conmemoró un aniversario más del Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia. La fecha es importante porque permite reflexionar sobre los avances y, muy puntualmente, sobre las deudas y rezagos que se tienen a nivel global con la población integrante de la diversidad sexual. En lo que va en el último año, reflexiónese en algunos hechos profundamente lamentables en nuestro país: la muerte de Jesús Ociel Baena –magistrade electoral–, las desafortunadas expresiones del presidente de la República que se refirió a una diputada trans como “señor vestido de mujer” o las muertes de las activistas Samantha Gómez Fonseca y Miriam Noemí Ríos –aunque no sólo de ellas–.