Javier Solórzano Zinser

Gobernadores, la pelota está en su cancha

QUEBRADERO

Javier Solórzano Zinser
Javier Solórzano Zinser
Por:

No ha sido nada fácil la relación entre el Presidente y los gobernadores. Desde que López Obrador ganó las elecciones dejó en claro que quería que a todos los actos a los cuales fuera, los gobernadores deberían estar presentes.

A muchos no les gustó por obvias razones porque con la popularidad del Presidente, la silbatina estaba claro que quien se la iba a llevar eran los gobernadores y en algunos casos todavía se la siguen llevando.

El mandatario electo jugaba a atemperar los ánimos moviéndose por encima de todo en los terrenos de lo políticamente correcto. A los góbers  nos les quedaba de otra que “apechugar”, porque entre la euforia por López Obrador y los cuestionamientos a sus gestiones se aplicaba aquello de que “calladito me veo más bonito”.

Las cosas no han cambiado mucho al paso del tiempo. Muchos gobernadores han optado por aguantar, porque no hacerlo podría enfrentarlos con el Presidente que es quien dirige inequívocamente el tránsito, o sea presupuesto y otros menesteres.

Es probable que López Obrador tome distancia de los gobernadores, porque no los encuentra como interlocutores válidos para el diagnóstico y quizás también ponga en tela de juicio su representatividad.

Se han dado algo así como dos tendencias entre los mandatarios estatales. Por un lado, están los que han negociado o de plano se han sometido a sabiendas de que en algunos casos tienen cola que les pisen, y, por el otro, están quienes se han enfrentado con el Presidente con todos los riesgos que esto tiene, concentrándose esta tendencia entre algunos gobernadores del norte.

El Presidente ha optado por tomarle distancia a la Conago, siendo candidato en diversas ocasiones lo hizo saber. Ha tomado el camino de hablar en lo particular con los gobernadores, los cuales a menudo han optado por bajar el tono de su discurso; pocos son los que han dado la cara.

Esta semana podría presentarse un edificante ejercicio entre el Presidente y los gobernadores. Se van a reunir por primera vez en el sexenio en San Luis Potosí en un acto que debiera ser parte fundamental y estratégica para fortalecer el federalismo y empezar a discutir los nuevos lineamientos que debiera tener un nuevo Pacto Federal.

En algún sentido la pelota está en la cancha de los gobernadores, la razón está en que el Presidente no ha dejado de decir en todas sus giras lo que piensa respecto a las dinámicas internas en los estados, lo que en muchos casos ha incluido abiertas y veladas críticas a los gobernadores que ha provocado que muchos de ellos se lleven rechiflas.

Los gobernadores están ante la oportunidad de plantear sus demandas, porque el Presidente le está otorgando además gran relevancia a la reunión llevando a todo su gabinete. Si los mandatarios estatales no presentan sus demandas y todo aquello que dicen en voz baja o se dicen entre ellos se va a diluir la oportunidad, han manifestado críticas a la forma en que han sido tratados y a la imposición de las políticas del Gobierno federal, están ante una buena oportunidad.

Hay temas en que los gobernadores tienen razón, empezando por la forma en que el Gobierno federal ha manejado la pandemia. Han sido muchas las informaciones contradictorias, lo que incluye la definición del semáforo, las cuales han confundido a los gobiernos estatales además de evidenciar el poco conocimiento que se tiene de la vida en las entidades.

No vemos por qué el Presidente vaya a cambiar el tono de su discurso. No ha dejado de decir lo que piensa ni lo dejará de hacer, por eso en San Luis Potosí la pelota está en la cancha de los gobernadores, no se vale bajar la cabeza.

RESQUICIOS.

Va una futbolera. El viernes muy probablemente se cerró una de las etapas más brillantes del futbol. El Barcelona fue abrumado y apabullado por los que por lo general siempre saben ganar, los alemanes. El futuro es incierto, pero rindamos homenaje a una época destacada y luminosa de lo “más importante de lo menos importante”.