Jorge Camacho

Más problemas de migración

ELUCIDACIONES

Jorge Camacho *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Jorge Camacho 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Los problemas de la migración no cesan. Da la impresión de que aumentan por momentos. Recientes son las imágenes de migrantes golpeando a la Guardia Nacional y a ésta a aquellos. Las marchas no disminuyen, se incrementan. La frontera sur parece verse desbordada por el flujo constante de migrantes.

Una caravana está por llegar a Veracruz, otra acaba de hacerlo a Chiapas para emprender de inmediato la marcha hacia el norte. Las procedencias de los integrantes de estas marchas son variadas: centroamericanos, haitianos, cubanos, etcétera. Una heterogénea y colorida columna en busca de una vida mejor. El destino es Estados Unidos, la promesa de una vida mejor, la posibilidad de huir de la pobreza. Los obstáculos a los que se enfrentan son muchos, no únicamente derivados de la procesión, sino fomentados por la Guardia Nacional, los agentes de migración, etcétera. A la precariedad se añade el mal trato. Los migrantes en tránsito en nuestro país recuerdan a tantos migrantes connacionales que tuvieron que irse al otro lado por falta de alternativas en nuestro país. Este hecho debería hacernos reflexionar sobre el trato que dispensamos a quienes están de paso. La migración es una tragedia, no parece que debamos de sumar otra. Y, sin embargo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos rebaja la gravedad de las violaciones cuando guarda silencio.

Las migraciones en la actualidad son naturales. Hombres y mujeres, familias y comunidades, por diferentes causas, buscan un mejor presente y futuro. La falta de expectativas en sus lugares de origen impulsa estos movimientos. Son las mismas causas que explican la migración de mexicanos hacia Estados Unidos. De hecho, en los últimos meses se ha incrementado la migración de mexicanos. Se da el hecho paradójico de que mientras Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón presumieron el descenso de migrantes, Andrés Manuel López Obrador parece sentirse cómodo con este aumento. Las causas de la migración nacional no son distintas a las de los centroamericanos y caribeños. Inseguridad social y precariedad económica. En el caso de México, la inseguridad desbocada en diversas regiones del país (Michoacán, Guerrero, Zacatecas, Guanajuato), impulsa a los ciudadanos a emprender el camino hacia Estados Unidos. En rigor, esta causa se debe a que el Estado mexicano ha abdicado de su deber de proteger a los ciudadanos. La falta de expectativas laborales es la segunda causa de los desplazamientos. Durante la pandemia se han destruido muchos trabajos, mucha gente ha perdido su puesto de trabajo. La recuperación todavía no ha rescatado esos trabajos. Los programas sociales no alcanzan para asegurar cierta estabilidad económica. En consecuencia, muchos connacionales buscan opciones a su complicada situación mirando hacia el país vecino. Ambas causas pueden decirse de las caravanas de migrantes que atraviesan nuestro país.

México y los países centroamericanos y caribeños están unidos por una tragedia semejante. En realidad, esa tragedia es la del ser humano que desconoce nacionalidades y procedencias. México debería recibir a los migrantes de la misma forma como quiere que traten a los suyos.