Ni un deudor alimentario en el poder

No se puede decir que se están violando los derechos políticos de los hombres que aspiran a un puesto público, cuando sus aspiraciones están por encima de los derechos de terceros, como lo es la alimentación de sus hijas e hijos.

Pretender anular la 3 de 3 contra la violencia de género sería un gravísimo error, sobre todo cuando está pretensión viene de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la cual se supone está para defender y proteger los derechos de todas y todos.

Haber presentado una acción de inconstitucionalidad para echar para atrás la 3 de 3 contra la violencia, no sólo es continuar con el patriarcado, sino que es un agravio para las mujeres y para nuestra infancia.

Decir que hay una exclusión o segregación es un absurdo, pero peor aún, decir que no puede cumplir con sus obligaciones alimentarias porque no puede acceder al sector público como fuente de empleo, es una aberración.

En México no podemos permitir que hombres que aspiren a un cargo público, que buscan servir a la ciudadanía incumplan con sus obligaciones como la manutención de sus hijas e hijos.

La violencia política en contra de las mujeres por razón de género es sólo una parte de la violencia que viven las mujeres en nuestro país, violencia que se ha recrudecido y que en lugar de disminuir se incrementa.

Si alguien aspira a un cargo público debe empezar por cumplir con sus obligaciones como padre de familia, de lo contrario, hay una contradicción en su aspiración, ya que no puedes anhelar servir a los ciudadanos, si eres un deudor alimentario y violas el derecho a la alimentación de las niñas, niños y adolescentes, el cual es fundamental.

Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, señalan que en 2021 se registraron 23 mil 285 carpetas de investigación por el impago de pensión alimenticia, más que en el 2020, que fue de 17 mil 678, por lo que hay un incremento de 31.7 por ciento.

Confío en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que hasta ahora ha sido aliada de las mujeres, rechace la acción de inconstitucionalidad presentada por la CNDH, bajo el supuesto de hacer valer los derechos de las mujeres y de la infancia por encima de las aspiraciones personales.

Me sumo a las voces de todas las mujeres que rechazan está acción de inconstitucionalidad, pero sobre todo, me sumo a la defensa de nuestros derechos y de los derechos de nuestra niñez, así como la de acabar con el patriarcado que tanto daño nos ha hecho como sociedad.

Impedir que un deudor alimentario ocupe un cargo público no es una limitante para sus aspiraciones políticas, y mucho menos, para que pueda cumplir con sus obligaciones alimentarias, es hacer valer uno de los derechos primordiales y de las garantías individuales, que es la alimentación.

No más retrocesos en la lucha de la violencia contra las mujeres. No más patriarcado. Llegó el tiempo de defender a nuestras niñas, niños y adolescentes, llegó el tiempo de defendernos a nosotras mismas.