Los Bellos Durmientes de Seneam

GENTE DETRÁS DEL DINERO

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Hay que poner las cosas en contexto: el “rediseño del espacio aéreo” del Valle de México hecho por el Servicio de Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, de Víctor Hernández, junto con NavBlue, que representa Fabrice Hamel, fue para “abrir espacio” a operaciones simultáneas entre el vetusto AICM, el de Toluca —que tiene tantos vuelos comerciales como clientes una carnicería en Cuaresma— y la terminal de Santa Lucía; en correlación se generaron “tiempos extra” para operadores amigos de la dirección del Seneam, quienes a veces se echan un “coyotito” o chatean ante la pantalla de control como lo revelan fotografías en manos de este columnista.

Imágenes contundentes. Uno dormita plácidamente, otros usan alguna aplicación de mensajería instantánea (o se entretienen en alguna red social) mientras los aviones surcan el Valle de México. Una foto sólo es un instante congelado de luz. ¿Cuántas veces ello ha sucedido? No faltará quien cuestione “¿qué tanto es tantito?” para disculpar la somnolencia o el aburrimiento. Bueno, a veces los aviones pueden ir sobre la ciudad sólo dejando mucho ruido…, pero otros generar incidentes como el que aquí les informé del pasado 13 de noviembre cuando un artefacto de Volaris y otro de Aeroméxico tuvieron que recurrir al sistema emergente TCA’s para evitar una tragedia. La diferencia son los mismos segundos que tarda un mensaje en WhatsApp. Las imágenes están aquí disponibles.

El cansancio y fastidio tienen por origen —nos dicen— los horarios extendidos (cómo si los controladores fueran fleteros a destajo) a los empleados favoritos de los directivos para que puedan cobrar hasta un millón de pesos trimestrales por tal esfuerzo. Pregunta insomne: ¿habrá moche por el dinerito extra a costa de tripulaciones, viajeros y citadinos comunes y corrientes?

Y sí, la segunda semana de este enero le acepto la amable invitación a la jefa de Control México, Areli Gallardo, de visitar el Seneam. Pero además de exigir presenten la grabación del video con que se realizó la investigación del incidente del 13 de noviembre, también reclamaré los reales itinerarios de trabajo de los controladores.

Fracasa compra de medicamentos 2022. Si ustedes creían que nada podría ir peor, el abasto de medicamentos al sector público de salud luego del desastre que fue 2021, pues agárrense: conforme a los propios datos del Insabi, del arqueólogo Juan Ferrer, y de la UNOPS, de Grete Faremo, fracasó la compra consolidada LA-012M7B998-E165-2021 convocada en noviembre que pretendía adquirir 583 claves de medicamentos. El resultado fue decepcionante: se adjudicaron 317 claves, equivalentes a 54.4% por un valor de 13 mil 167 millones 780 mil 920 pesos.

Vaya, 266 claves de medicamentos, que representan el 45.6% se declararon desiertas por estas transformadoras razones: cinco claves no asignaron ningún proveedor, porque fueron canceladas; cinco claves no se asignaron por motivos técnicos; 78 claves no se asignaron, porque el precio resultó inconveniente; 98 claves no presentaron oferta por parte de ningún proveedor. El resultado “menos pior” fue para el IMSS, de Zoé Robledo, que obtuvo el mayor número de piezas: 273.1 millones de unidades pagando 8.2 mil millones de pesos.

¿Y por qué fracasó? Por la política austericida y anticorrupción: resulta que fueron descalificados Psicofarma, de Efrén Ocampo, y la firma india Accord Farma, a cargo de Sandeep Bane, debido a incumplimientos en 2020 y 2021 según las reglas acordadas entre el Insabi y el Club de los Pibes, a cargo de Giuseppe Mancinelli. Y una docena de laboratorios de a tiro se rajó (o vendió poquito, como Alpharma, Zurich, Fresenius, Probiomed o Cryopharma), porque Insabi no paga desde hace 2 años, les exigen entregas desde el 1 de enero o porque la red logística es un auténtico caos sin que el secretario de Salud, Jorge Alcocer, o Birmex, a cargo de Jens Pedro Lohmann, hagan algo para salvar el nombre presidencial.