Mauricio Flores

Las trampas de la UNOPS, por escrito

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Flores
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Entre los diversos factores que contribuyen al criminal desabasto de medicamentos en el sector público de la salud, hay uno especialmente pernicioso: la opacidad estructural con que opera aquí la Oficina de Servicios y Proyectos de Naciones Unidas que hasta el viernes pasado dirigió Grete Faremo. Aquí le vamos a presentar —por primera vez— el documento oficial con que el equipo de Los Pibes condiciona realiza las “asignaciones no vinculantes” que impiden la fabricación oportuna de insumos de salud y que se pueden prestar a cualquier tipo de triquiñuela a costa del bienestar de millones de mexicanos.

Ustedes pueden ver la imagen por completo. Primero, la oficina que aquí dirige Giuseppe Mancinelli “se complace” —se hincha su pecho de orgullo— que la empresa laboratorio en cuestión ha sido ADJUDICADA (así, con letrotas mayúsculas) para la “suscripción de orden de compra y LTA”. Pero luego vienen las trampas en tres aspectos especialmente relevantes:

Efectos de esta carta. “No está previsto que la presente carta sea jurídicamente vinculante, por lo cual esta carta no generará responsabilidad u obligación de cualquier naturaleza ante UNOPS y su representada, salvo en lo relativo a la confidencialidad y los privilegios e inmunidades de UNOPS. Con base en lo anterior, no inicio ninguna producción ni empiece proceso hasta que UNOPS y su representada haya firmado un contrato que regule la transacción”.

¿A qué diablos se refiere UNOPS con los “privilegios” en un país donde desde el Gobierno se señala todos los días que los privilegios ya se extinguieron? Se refiere a los términos del contrato que en esta columna se publicó acerca de las condiciones de inmunidades diplomáticas que se le concedieron por parte del Insabi, a cargo de Juan Ferrer, para evitar rendirle cuentas a las entidades de control presupuestaría del país, a pesar de utilizar recursos públicos.

Segundo y tan igual —o más— de grave: a la UNOPS le vale un reverendo pepino se fabriquen los medicamentos necesarios ya sea para atender diabetes o una diarrea, si no pasan previamente para “ponerse de acuerdo”.

Documentos a entregar. Paso seguido, luego de desacreditar su propia licitación y escribir que no es vinculante, y que deben esperar a que se haga un contrato, catalogan a esa carta como “un contrato” y dice:

“Para la firma de este contrato deben cumplirse todas las condiciones establecidas en el Llamado a licitación (…)”

¿Es o no un contrato, es o no una adjudicación? ¿Los ganadores deben empezar a no fabricar? El vicepresidente de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos, Juan de Villafranca, ha expresado, al igual que los fabricantes internacionales encabezados por Rodrigo Ruíz, que requieren de precisión de contratos para poner en marcha sus líneas de producción.

Calladitos se ven más bonitos… y confirme. El documento remata: “Cada firmante acepta mantener la confidencialidad de toda aquella información que no sea pública, relacionada con el otro firmante y que haya sido proporcionada al firmante o a sus representantes en relación con la presente carta”.

Y finalmente, la atenta invitación a pasar a lo oscurito:

“Solicitamos acusar de recibo de la presente carta y confirmar de lo mencionado en ella con la firma del representante legal y el sello de la empresa la cual deberá enviarse a través del sistema e-Sourcing. Después de recibida su respuesta personal del área de Gestión Contractual de UNOPS se pondrá en contacto con ustedes para continuar con el proceso”.

Esto último en cursivas es precisamente donde llaman a las empresas a “lo oscurito” para negociar el precio final usando información privilegiada. Los precios y cantidades de compra no se inscriben ni por error en CompraNet, ni tampoco en el sistema de información de la ONU, el llamado UNGM.

Para un contrato para comprar insumos por 120 mil millones de pesos, más oscuro, imposible.

Infonavit; doblan a Martínez. Hablando de procesos oscuros, la licitación de más de 240 millones de pesos para la impresión de los recibos de cobranza del Infonavit a los que se ha referido en este espacio se le asignó a la consentida de los últimos cinco años: se descalificaron a todos los participantes y se mantuvo a la consentida, aunque rompiera en una inusual segunda ronda a la empresa MBM, de Alfonso Pérez Barona. Se impuso la subdirectora de gestión de cartera, Alicia Barrientos Pantoja, sobre el ánimo del director Carlos Martínez.

¿Dirán algo las representaciones empresariales que lleva la Concamin, a cargo de José Abugaber, los sindicatos, como la CTM, de Carlos Aceves del Olmo, o el gobierno a través de la Función Pública, que lleva Roberto Salcedo?