Los trenes bomba de Ferromex, a México

GENTE DETRÁS DEL DINERO

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En la inauguración del servicio del Tren de la Salud en Colima, los directivos de Ferromex presumieron a la gobernadora Indira Vizcaíno que pronto podrían en operación nuevas y “ecológicas” locomotoras que funcionan con Gas Natural Licuado (GNL); la gobernadora se mostró agradecida por el servicio que llevó a la entidad la embajadora Lourdes Aranda…, pero desconoce que dada la peligrosidad de ese combustible, el presidente Joe Biden presentó una iniciativa en junio de 2021 para eliminar los permisos para los trenes impulsados con tecnología GNL.

Y eso que en Estados Unidos la autoridad ferroviaria, la Federal Railroad Administration, a cargo de Amit Bose, es una autoridad robusta tanto en su capacidad de inspección y de aplicación de las normas de seguridad; allá le tienen miedo a ese tipo de locomotoras. En tanto, en nuestro país, la enclenque y chimuela Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario, a cargo de David Camacho, no cuenta con los recursos económicos para ampliar su labor y mucho menos cuenta con el herramental legal que le permita actuar con profundidad.

Vaya, ello se refleja en las estadísticas oficiales que en Estados Unidos se registran 7 veces menos arrollamientos en cruces a nivel que en México, esto conforme al indicador de arrollamientos/miles de millones de toneladas kilómetro recorrido.

En Florida, por ejemplo, existe una organización civil, la Alliance for Safe Trains, que constantemente llama la atención sobre las altas velocidades de los convoyes, la falta de señalización y los riesgos de accidentes fuera y dentro de zonas urbanas, máxime en el uso de locomotoras con Gas Natural Licuado y las cargas de sustancias peligrosas. En aquel estado opera el Florida East Coast Railroad que, curiosamente es propiedad de Grupo México, que encabeza Germán el Buena Onda Larrea, controladora de Ferromex, a cargo de Fernando López-Guerra Larrea.

De concretarse el propósito del gobierno estadounidense de evitar la circulación de locomotoras a gas, ¿a dónde las llevarán? Bueno, en México es evidente la falta de señalización en casi todos los cruces, así como la falta de mantenimiento en diversos puntos de la vía concesionada a Ferromex…, además de que la empresa omite aplicar la NOM-021 para el transporte del GNL pues considera que el sistema de combustión es forma de la locomotora y que por ello no hay problema.

Ojalá nunca caigan bombas rusas en México…, pero hay unas que quieren poner a circular por tren. 

El fracaso: 50 millones de recetas sin surtir. Ayer los colectivos Cero Desabasto y Nostorxs presentaron un estudio de alta precisión estadística que muestra el fracaso de tinte criminal del sistema de salud público que coordinan Jorge Alcocer y Hugo López-Gatell: al desmontar el Seguro Popular y crear un fantasmal Insabi, a cargo de Juan Ferrer, el resultado “de este cambio improvisado fue catastrófico para las personas, especialmente para las más pobres. Entre 2018 y 2020, más de 15 millones de personas quedaron excluidas y la ‘carencia por acceso a la salud’ se incrementó de 16% al 28% de la población, esto es de 20.1 millones a 35.7 millones de personas sin acceso a servicios de salud”, señalan en su reporte “Radiografía del Desabasto”. Y en los tres últimos años se dejaron de surtir 50 millones de recetas médicas —siendo el punto más elevado 2021— conforme información del IMSS, el ISSSTE, así como Pemex y los hospitales de Semar y Sedena. Cerca del 10% de las recetas no se surten… en el pasado neoliberal no se surtía el 1.1%. El Insabi sencillamente no proporcionó datos, pues asegura que no tiene un sistema que lo permita cuantificar. Y bueno, las consultas médicas en el sector público cayeron 50% en lo que va del sexenio. 

UNOPS: otra para Panamá. Quien sabe que extraña obsesión hay con el país istmeño: el Gobierno de México envió a Pedro Salmerón y luego a Jesusa Rodríguez como embajadores, pero sus cargos no prosperaron. Ahora se sabe que la UNOPS, regionalmente a cargo de Fernando Cotrim, presume el “éxito” que han tenido para surtir medicamentos en México…, aunque el desabasto que han provocado del 45% en las piezas adquiridas. Que se cuide el ministro de Salud panameño, Luis Francisco Sucre, no vaya a ser que le echen a perder su trabajo.