Mauricio Ibarra

Matrimonio igualitario en Grecia

STRICTO SENSU

Mauricio Ibarra*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Ibarra
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Durante las elecciones de 2019 el partido izquierdista Syriza se comprometió, en caso de resultar triunfador, a legalizar los matrimonios entre parejas del mismo sexo.

Syriza no obtuvo la victoria ese año ni tampoco en las elecciones de cuatro años después. Sin embargo, luego de conseguir su reelección en junio de 2023, el primer ministro, Mitsotakis, del partido Nueva Democracia (centroderecha), anunció su intención de legalizar los matrimonios igualitarios.

En cumplimiento de su promesa, el pasado 1 de febrero, su Gobierno presentó un proyecto de ley que reconoce legalmente estas uniones. La propuesta fue discutida por los integrantes del parlamento durante dos sesiones. En ese debate, el primer ministro señaló que la aprobación de la medida mejoraría la vida de muchos conciudadanos, enfatizando que eso se concretaría sin quitarle nada a la mayoría. Remató afirmando que su aprobación permitiría a las parejas homosexuales que desearan dar un sello institucional a su relación, tener la misma posibilidad de hacerlo que las heterosexuales.

Los partidos opositores mostraron posturas diferentes. Los de izquierda celebraron que se reconociera el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio, pero criticaron que el proyecto de ley contuviera una prohibición de convertirse en padres mediante la subrogación. Los partidos conservadores, como el ultranacionalista Espartano, manifestaron que la aprobación de esa ley abriría las puertas del infierno y la perversión, haciendo eco a lo expresado por algunos obispos ortodoxos quienes amenazaron con excomulgar a los parlamentarios que la aprobaran. Aun cuando las encuestas recientes muestran que una pequeña mayoría apoya la legalización del matrimonio igualitario, al interior de Nueva Democracia algunos parlamentarios consideraron que el electorado es socialmente conservador. Así, el ex primer ministro Antonis Samaras señaló que el matrimonio igualitario no era un derecho humano y esa peligrosa ley no debía formar parte del orden legal.

Si bien el parlamento griego está integrado por 300 miembros, en la sesión del 15 de febrero, durante la cual fue sometida a su consideración la legalización del matrimonio igualitario, únicamente 254 estuvieron presentes. La propuesta fue aprobada por 175 votos favorables, 77 en contra y dos abstenciones. Aunque la mayoría de Nueva Democracia votó con el primer ministro Mitsotakis (106 a favor y 21 en contra), lo cierto es que la ley no hubiera sido aprobada sin los votos de los partidos de izquierda como Syriza, Pasok y Nueva Izquierda. En su cuenta de X, el primer ministro escribió que se trataba de un hito para los derechos humanos, reflejando la Grecia actual, un país democrático y progresista, apasionadamente comprometido con los valores europeos. La ley aprobada fue enviada a la presidenta griega para que la firmara y se publicara en la gaceta oficial. Así, desde el 16 de febrero, Grecia es el 21º país europeo, 1º de religión ortodoxa y 36º a nivel mundial en reconocer el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio. Enhorabuena.