Mauricio Leyva

El hombre que fue jueves

FRONTERA DE PALABRAS

Mauricio Leyva*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Leyva
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Se trata de un duelo solitario e intelectual, mi mente contra la suya

G.K. Chesterton

G. K. Chesterton, considerado el padre de las paradojas, fue uno de los escritores británicos más polémicos de su generación. Genio de una importante obra literaria, el creador del Padre Brown, es también el autor de esta popular novela El hombre que fue jueves.

La obra posee un suspenso único, contiene en sus aguas subterráneas el flujo de un pensamiento complejo y un humor mordaz y afilado en el que navegan dos historias: una fantasía policiaca y un debate filosófico entre el pensamiento de Schopenhauer, contrapuesto con el de Nietzsche y el anarquismo del siglo XX. Sus personajes principales son Gabriel Syme y el anarquista Lucian Gregory, ambos son el punto detonante de una trama inolvidable que va tensando el arco de una historia ubicada en un contexto urbano, el cual inicia en el capítulo titulado "Los dos poetas de Saffron Park", luego de un brillante poema, que es el preámbulo de la acción.

Gabriel Syme y Lucian Gregory se conocen, discuten como poetas, hablan como poetas y viven como poetas. Sin embargo, Gabriel Syme va más allá. Gregory invita a Syme a un bar y luego de un rato Gregory conduce a Syme por varios pasillos revelándole que el sitio, es un clandestino lugar de reunión de los anarquistas. Syme está en la boca del lobo, revela a Gregory su identidad de policía. Gregory no sabe cómo reaccionar puesto que un grueso número de sus correligionarios se acerca a ellos: Usted mi pobre amigo, es un anarquista privado de la ayuda de esa ley y organización que es tan esencial a la anarquía. No obstante existe una diferencia a su favor. Usted no está rodeado de policías inquisitivos, y yo estoy rodeado de anarquistas inquisitivos. No puedo traicionarle, pero puedo traicionarme a mí mismo.

La encrucijada no puede ser peor para los poetas ya que justo en ese momento se celebra una asamblea anarquista para elegir al nuevo hombre que será Jueves puesto que el anterior falleció. En medio de una acalorada discusión resuena el nombre de Gregory, quien para proteger a la asamblea hace el uso de la palabra de forma moderada y hasta pusilánime. El hombre que fue jueves es de igual manera un fino desdoblamiento del perfil de los personajes, el cual se da entre un ambiente onírico y uno fatal, así lo es un acontecimiento que experimenta Syme atribuido a los anarquistas, lo mismo que su encuentro con un policía filósofo que le cambia la vida; entonces sabemos, por qué el poeta decidió entrar a la fuerza policiaca después de entrevistarse con un personaje misterioso.

El hombre que fue jueves es una novela de símbolos y versos bíblicos que la dotan de un poderoso sentido enigmático. José Rafael Hernández Arias, en su prólogo a la edición de El Club de Diógenes, al respecto nos dice: Según Chesterton, se trataba de un nuevo tipo de novela, una historia en la que se tipifican pensamientos modernos, pero no con argumentos, sino con incidentes simbólicos: una comedia alegórica. La idea la tomó de la obra de su admirado R.L. Stevenson The New Arabian Nights. Así pues, Chesterton decidió trasladar el combate por el dogma y la ortodoxia católicas al corazón de la sociedad moderna y urbana, donde se decidía el futuro de la humanidad. Por esta visión y contenido integral de la novela, El hombre que fue jueves es un pensamiento moderno que termina diciéndonos algo que la trasciende y marcando un hito en la literatura.