Mónica Argamasilla

La visión detrás del éxito de Nunca, de Ken Follet

LAS LECTURAS

Mónica Argamasilla*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mónica Argamasilla
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La literatura suele ser un reflejo de nuestro mundo. La forma particular en que cada autor entiende aquello que lo rodea. Y hablar de la complejidad política y geográfica actual se ha vuelto un tema recurrente y obligado de denuncia.

El thriller geopolítico es una modalidad que analiza la situación política (real o imaginaria) en cierto escenario, mezclando elementos de ficción y suspenso; éstos suelen centrar sus tramas en la lucha por el poder como hilo conductor o telón de fondo.

Los tópicos recurrentes del thriller son diversos, pero suelen basarse en temas de corrupción, crimen organizado, terrorismo, guerras, complot político y narcotráfico. Dichas tramas pueden estar presentes en escenarios nacionales o internacionales y tienen como objetivo provocar ansiedad o miedo en el lector ante dichas realidades.

En el último libro del autor británico, Ken Follet, Nada, estamos ante un thriller geopolítico que resulta ser visionario y catastrófico a la vez, lo que causa una angustia en el lector que lo acompaña durante la mayor parte de su lectura.

Tomando en cuenta que las dos guerras mundiales anteriores se produjeron por hechos que fueron sumando naciones cuyas alianzas los obligaban a entrar en el conflicto, Ken Follet traza un posible escenario que tiene como objetivo una posible Tercera Guerra Mundial.

En un mundo globalizado lo que sucede en cualquier parte del mundo tiene repercusión inmediata a lo largo del planeta, ya sea por las alianzas políticas o económicas. La importancia de la diplomacia ya no es un elemento suficiente para mantener un equilibrio de paz y entendimiento entre naciones rivales.

Ken Follet comienza la historia en África haciendo un análisis exhaustivo del Chad, una nación cuyos problemas ejemplifica a través de personajes redondos y bien logrados, cada uno con su propia historia y problemática. Dentro de la complejidad de la zona se suma el comercio ilegal de armas y drogas liderados por grupos yihadistas, los cuales actúan impunemente gracias a la complejidad que la geografía natural del Sahara proporciona. La presencia militar de los Estados Unidos tiene como objetivo desarticular dichos grupos.

Al mismo tiempo, los acontecimientos sucedidos en esta región tienen eco en el continente asiático; las dos Coreas terminan enfrentadas como consecuencia de las resoluciones de las grandes potencias, lideradas por Estados Unidos y China. Las alianzas y acuerdos que ambos gigantes tienen establecidos tanto con Corea del Norte (China) y Corea del Sur (Estados Unidos), los coloca en una situación límite que amenaza la paz mundial.

Mientras leía este libro, pensaba en el paralelismo que la trama tiene con la guerra entre Rusia y Ucrania y las implicaciones y peligros que las alianzas significan en el escenario mundial. A pesar de haber publicado Nada antes de que estallara dicho conflicto bélico. Follet se adelantaba a hablar de las grandes repercusiones políticas y económicas que esto deja en nuestro planeta.

En la lectura se cuestiona la validez de la ONU como un organismo creado para mantener el diálogo entre naciones y evitar los enfrentamientos bélicos, así como la amenaza que las armas nucleares suponen en la política mundial. Utilizarlas equivaldría a un suicidio, puesto que las consecuencias serían terribles no sólo para el exterminio geográfico de determinada región, sino también en el equilibrio ecológico del planeta.

Ken Follet no sólo nos regala una historia que explica la problemática actual de nuestro mundo en distintos niveles y escenarios, además nos regala subtramas que nos atrapan con personajes humanos que viven sus propios conflictos sociales y culturales. Una lectura recomendada ampliamente para poder entender el escenario político mundial.