Mónica Garza

María Elena Ríos, entre el miedo y la esperanza…

GENTE COMO UNO

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Por:
  • Mónica Garza

“Yo sigo amaneciendo como asustada, ese estrés no se libera de un mes a otro y bueno la vida prácticamente te cambia, cuando tienes ganas de vivir las cosas no se te hacen imposibles y yo tengo muchas ganas de vivir”, me dijo María Elena Ríos esta semana, con esa resiliencia que la caracteriza y con la que sigue luchando por justicia a casi un año y medio del atroz ataque con ácido que le quemó y marcó para siempre el 85% de su cuerpo.

El viernes de la semana pasada el Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca determinó mantener la prisión preventiva para los detenidos que están relacionados al crimen contra la saxofonista, durante todo su proceso, al considerar que representan un riesgo para la seguridad de la joven oaxaqueña.

Esta es una batalla ganada, pero esta guerra legal resulta mucho más difícil de lo que debería, al estar plagada de omisiones por parte de las autoridades del estado —de acuerdo a la defensa de María Elena— y posibles peligrosas colusiones, que podrían impedir alcanzar la justicia completa para la joven oaxaqueña, sobre todo, la garantía para su integridad física.

La Fiscalía de Oaxaca dejó una puerta abierta a los agresores, que por medio de su defensa intentaron reclasificar el delito de feminicidio en forma de tentativa, a sólo lesiones, algo que afortunadamente no pudieron lograr.

La estrategia de Diana Cristal González Obregón, actual asesora jurídica privada de María Elena Ríos ha resultado “brillante en el caso, por voluntad, por ética y por profesionalismo, porque esa es su vocación”, me aseguró la saxofonista en entrevista.

Esta abogada, que por cierto es redactora del Código Nacional de Procedimientos Penales, trabaja especialmente en la reparación del daño que deriva del ataque, una materia en la que México históricamente está reprobado con todas aquellas víctimas de violencia de género.

El Código Nacional de Procedimientos Penales señala en su artículo 131, que no es necesaria una ejecución de sentencia para que exista reparación del daño, sin embargo esto no ha sido efectivo para María Elena en Oaxaca.

“Aunque tenemos suficientes elementos para lograr la condena de estos imputados, no ha habido una acción urgente, ni prudente, ni eficiente de la Fiscalía para que se tengan acciones, que es lo que estamos luchando”, me dijo González Obregón.

La reparación integral implica todas aquellas medidas que como proyecto de vida María Elena tiene derecho a percibir, luego de que sus planes de vida cambiaran radicalmente, “no solamente se trata de la compensación económica, son medidas de rehabilitación, asistencia médica, psicológica, cirugías, merece una disculpa pública”, me dijo la abogada, quien además describe la carpeta de investigación como inundada de misoginia.

Feministas protestan frente a la representación del estado de Oaxaca en la CDMX para exigir justicia para María Elena Ríos, el pasado 14 de septiembre.
Feministas protestan frente a la representación del estado de Oaxaca en la CDMX para exigir justicia para María Elena Ríos, el pasado 14 de septiembre.Foto: Cuartoscuro

En cuanto al monto de la reparación del daño en este caso, se trabaja en una opinión técnica a través de comisiones de víctimas y se espera que al menos se consigan 50 millones de pesos, pues en un cálculo, solo de tratamientos y cirugías para María Elena, se gastarán hasta 8 millones de pesos.

No olvidemos que en marzo pasado, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, anunció personalmente en Oaxaca, el congelamiento de las cuentas del agresor de María Elena Ríos, Juan Antonio Vera Carrizal, que superaban los 500 millones de pesos… Mucho dinero para un ex diputado priísta de un poblado tan sencillo como Huajuapan ¿no?…

Muchas dudas quedan a propósito del patrimonio del agresor de la saxofonista, señalado como “empresario gasolinero”: ¿sus negocios siguen funcionando?, ¿a dónde van a parar los recursos que generan? y ¿quién los administra?

Juan Vera Hernández —hijo de Vera Carrizal— quien también tiene una orden de aprehensión, sigue libre y algunos aseguran que tan campante por el estado de Oaxaca… ¿Por qué no han podido detenerlo? ¿Qué está haciendo la Fiscalía entonces?

Si existe un amparo para este hombre, como se afirma, este no alcanza a blindarlo porque está acusado de un delito grave. Dicho recurso legal no vulnera la obligación de rendir cuentas a la justicia y tampoco suspende la obligación que tiene la Fiscalía de aprehenderlo. ¿Qué está haciendo la Fiscalía entonces?

María Elena y su familia viven con miedo, porque ella misma me lo dijo hace unos días. Su caso ha sentado un precedente y pasará a la historia, bien para unos y muy mal para otros, si teniendo en la mano la capacidad de hacer justicia, prefieran optar por la impunidad. Pero esta historia se sigue escribiendo…