Biden pacta con Maduro

POLITICAL TRIAGE

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Venezuela ha firmado un acuerdo con EU en el que, entre otras cosas, se le levantan las sanciones comerciales a su industria petrolera. Estas controvertidas medidas se establecieron como forma de presionar a un gobierno corrupto, pero la necedad de Nicolás Maduro sólo hizo que el pueblo muriera de hambre en lo que él se aferraba al poder.

Ahora, este nuevo pacto compromete a Venezuela a organizar el año que entra elecciones libres y arbitradas, en las que no se vete a ningún candidato de oposición. Además, tendrán que liberar presos políticos. En suma, el texto del acuerdo advierte que, si Venezuela quiere mantenerse libre de sanciones, necesita dar pasos firmes para democratizar el país. Sin embargo, en el universo de Maduro las cosas se dicen de muchas maneras.

Maduro no tiene la menor intención de competir justamente en las elecciones del año que entra.

Corina Machado, la ganadora de las primarias de la oposición con un 90% de los votos, es muestra de ello. Al darse a conocer el apoyo cerrado de los grupos de oposición y los índices de popularidad de la candidata, el gobierno de Maduro decidió inhabilitarla para ocupar un cargo público por 15 años. Machado, hace algunos años, había sido inhabilitada un año por no declarar unos vales cuando estaba en el Senado. Ese mismo cargo se reabrió de la nada y ahora se extendió el castigo a 15 años. Un acto descarado de corrupción y de autoritarismo que dista mucho de ser un camino de regreso a la democracia.

Con este escenario, la candidata de la oposición está inhabilitada para ejercer el cargo de presidenta. Maduro insiste en que sólo puedan contender aquellas personas que “legalmente” estén habilitadas para hacerlo. EU advierte que Venezuela no está cumpliendo con su parte del trato y, mientras tanto, las petroleras de diversos países ya firman acuerdos de explotación, producción y compra de petróleo venezolano. Un verdadero desastre.

Biden podría presionar y forzar a Maduro a contender en igualdad de circunstancias contra Machado. Sin embargo, no creo que sea el caso. No sólo ya hay innumerables compromisos creados por los intereses comerciales de varias empresas transnacionales, varias de ellas estadounidenses, sino que Biden enfrenta también un año electoral crucial para su reelección. Mantener el precio de las gasolinas bajo puede ser el golpe anímico que necesita el presidente para poder hablarle al votante medio de que el rumbo de la economía va bien.

No parece factible que el interés por la democratización de Venezuela pueda vencer la inyección de aire puro que implica la entrada de Venezuela al negocio petrolero ahora que Oriente próximo sufre de gran inestabilidad. Así, Biden necesita el petróleo de Maduro. La democracia tendrá que esperar.