Salvador Guerrero Chiprés

Blindaje, la convergencia

CIVITAS

Salvador Guerrero Chiprés *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Salvador Guerrero Chiprés
 *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La coincidencia constructiva entre promotores del interés público por garantizar seguridad ciudadana y la disposición privada para favorecer ambientes preventivos es indispensable para disminuir la incidencia delictiva.

Una de las enseñanzas de cinco años consolidadas en la conclusión de este 2023 es la derivada de una sesión, la primera en las 16 realizadas para igual número de demarcaciones de la capital nacional. Lía Limón insistía ante la entonces Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, sobre “el blindaje” como programa de seguridad diferenciado de la estrategia de la precandidata presidencial de Morena. Un concepto reducido a un vocablo desplegado por la oposición la cual, por otra parte, no representa en la provisión de seguridad ni el uno por ciento de la fuerza pública desplegada en la CDMX.

Sheinbaum le respondió con una idea que el Consejo Ciudadano comparte desde hace cinco años: “el verdadero blindaje es la colaboración”, entre ciudadanía y autoridades. Por supuesto, con la iniciativa privada, especializada en la materialización del blindaje automovilístico, por ejemplo.

Este año, en el país, hay una reducción de 28 por ciento en los delitos de alto impacto, comparado con el periodo enero-noviembre de 2019, y de 14 por ciento en los homicidios dolosos. La tendencia se refleja con mayor profundidad en algunas entidades, como la capital nacional, donde la caída general es de 52 por ciento —el mejor comportamiento entre los estados más poblados— y de 46 por ciento, en homicidio doloso.

Queda mucho por hacer. Al mismo tiempo no existe a la vista estrategia mejor a la impulsada por Sheinbaum y mantenida por Martí Batres. La seguridad privada —como lo describe la nota de este lunes del periodista Jorge Butrón en primera de La Razónes una opción desde el hogar, el espacio comunitario o empresarial. Y de ahí, lo pendiente está vinculado al ámbito privado e incluso al familiar, específica pero no únicamente.

Cámaras, dispositivos de control a distancia, contratación de guardias privados o el blindaje de autos, en particular en ciertos estratos económicos con mayor poder adquisitivo, son un acompañamiento útil. Insuficiente si no hay comunidad.

La seguridad privada es crucial en la protección: ayuda a prevenir robos o vandalismo, complementa fuerzas públicas, disuade a posibles delincuentes y los sistemas de vigilancia y monitoreo ayudan a identificar y responder rápidamente ante amenazas.

El repunte del 29 por ciento en el blindaje de autos, en especial camionetas, revelado por la empresa Blindajes Alemanes y la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores, demuestra esa posibilidad de robustecer desde lo privado las estrategias institucionales.

Ninguna estrategia existe sin impulso a la denuncia como encendido de motor de los aparatos de seguridad y justicia, estatales y federales. El blindaje es útil como un elemento preventivo, aunque el mejor enfoque resulta de la convergencia de voluntades.