Salvador Guerrero Chiprés

Paz y seguridad, de quien las trabaja

CIVITAS

Salvador Guerrero Chiprés
Salvador Guerrero Chiprés
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Si chairos y fifís acuerdan postelectoralmente, los momios de avance contra la inseguridad crecen significativamente.

Hace veinte años, el 27 de junio, una enorme manifestación planteó el tema de la inseguridad. En la capital nacional los secuestros han disminuido 94 por ciento desde entonces y 84 por ciento sólo respecto del 2018. En otras entidades predomina la desafiante heterogeneidad con atmósferas, incluso propicias a los organismos delictivos de alta peligrosidad, dadas la ineficiencia e incapacidad de otros gobiernos.

Hoy sabemos, por ejemplo, para la CDMX, que el 92 por ciento de las remisiones son realizadas por personal de la FGJ o de la SSC, respectivamente liderados por Ulises Lara y Pablo Vázquez, lo cual desmantela méritos propagandísticos a programas como “blindar”, los cuales, por otro lado, son activados también por integrantes de esas dependencias.

Una oportunidad adicional al conocimiento puede ser generada por convergencias y articulaciones de organismos sociales, en respaldo de políticas públicas supervisables.

“La sociedad civil también está polarizada”, afirmó con certeza María Elena Morera, una persona respetable con independencia de sus sesgos partidistas, quien participó ayer como otros familiares de víctimas y ponentes —incluyéndome— en el foro Acciones por la Paz, organizado por Coparmex nacional, especialmente por Jorge Peñúñuri, responsable del área de seguridad de esa cúpula empresarial.

Tiene relevancia y pertinencia en el futuro post 2 de junio reconocer la realidad de resultados y de su ausencia. Permite destacar la oportunidad cercana de manera diáfana. Iglesias, empresas, organizaciones de la sociedad civil y autoridades tenemos una magnífica y renovada opción.

La elección de este 2 de junio será ganada, de acuerdo al promedio de encuestas, por Claudia Sheinbaum Pardo y Clara Brugada Molina, ambas impulsoras de un modelo de seguridad en cuyo centro se encuentran valores colaborativos, entrega de resultados y fortalecimiento de capacidades policiales vinculadas a programas sociales para fracturar una de las variables de la criminalidad.

Es útil escuchar a todos. Santiago Taboada propone frente al Episcopado, entre mucha crítica, profundizar la capacitación policial y restaurar el tejido social. Salomón Chertorivski les sugirió una Conferencia Nacional para la Paz, programas de combate a la incidencia delictiva urbana o la mirada de Estado para la seguridad.

Brugada, quien sucederá a Martí Batres, presentó ayer el programa Visor 360, que proyecta la profundización de la estrategia de seguridad implementada por Sheinbaum, ampliar el combate a la extorsión y articulaciones sociales amplias para atender las causas; aquí se incluyen las iglesias, según le dijo a los líderes eclesiásticos reunidos el lunes en la UIC. Sus propuestas innovan hacia la promoción preventiva, denuncia y erradicación de impunidad.

La seguridad es de quienes la trabajan.