Salvador Guerrero Chiprés

Unitaria hegemonía

CIVITAS

Salvador Guerrero Chiprés *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Salvador Guerrero Chiprés 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Si un partido político conquista la discusión convencional, en redes, en las reuniones privadas, entre jóvenes y personas adultas mayores, ha conseguido hegemonizar una parte central del espacio público. Eso ha logrado Morena. No solamente en la etapa previa a la disputa por las nueve gubernaturas sino en particular en el entrecruzamiento de perfiles de alto nivel, cuestiones normativas y de género, lógicas de campaña, liderazgo y agrupamientos detrás de cada una de las figuras centrales, congruencia y pragmatismo, inteligencia o necedad política, cálculo y bondad, popularidad y esencia social.

Por eso, en la capital nacional no solamente se debate entre Clara Brugada Molina y Omar García Harfuch sino acerca de alguna evidencia sobreviviente de que existe contenido de incertidumbre democrática proveniente de la oposición.

La escena de lo sucedido y la prospectiva en la Ciudad de México enviará señales trascendentes: ¿esperanza y confianza, o inseguridad y falta de fe?

¿Le queda alguna probabilidad a la oposición en lo nacional, en las entidades y en el centro del país para oponerse a ese proceso de inesperada colonización del espacio público? ¿Cuál es la discusión rival a la de Morena?

En ese partido, personalizado en la capital en Brugada y Harfuch, existe esfuerzo determinado, alianzas de toda índole, organización y despliegue logístico y territorial como nunca antes en una unitaria disputa interna de un partido político en la CDMX.

Tenemos delante una prueba más de la existencia de un cambio de régimen, el cual por definición involucra la modificación de las relaciones habituales dominantes del sistema político… local.

Pueblo o sociedad civil, mujer u hombre, encuesta o género, bondad o envidia, encuestas o movilizaciones, fundadores o nuevos ingresos, verdades o ilusiones, contundentes gestos y claras genuflexiones, generosidad o ambición, historía o casualidad, cualquiera que sea la dicotomía está poblada de una enorme energía imprevisible hasta para un estratega extraordinario como el Presidente Andrés Manuel López Obrador o para la sensiblemente disciplinada precandidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo.