La administración Biden-Kamala: hacer posible lo imposible

ACORDES INTERNACIONALES

Valeria López Vela
Valeria López VelaFoto: La Razón de México
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Hace apenas unas horas, los norteamericanos y el resto del mundo, conocimos el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que hacen ganador al demócrata Joe Biden. Afortunadamente, el próximo Presidente obtuvo la mayoría tanto en el voto popular, como en los votos del colegio electoral. El sábado siete de noviembre será recordado como uno de los momentos más esperanzadores de este difícil 2020.

En la primera aparición juntos, la próxima vicepresidenta dio un extraordinario discurso en el que señaló que la democracia no es un sustantivo sino un acto: la democracia es algo que se construye día a día y que es tan fuerte como queramos que sea, tan fuerte como estemos dispuestos a defenderla. Kamala dijo, además, que los norteamericanos votaron por la esperanza, la unidad, la decencia, la unidad y verdad; ésos serán los pilares de su gobierno.

El presidente Biden, por su parte, señaló que la victoria era clara y contundente: “con la mayor participación electoral de la historia”. Dijo que recibía con “humildad la oficina oval” y dijo que “es el mayor honor de su vida”. Joe Biden dijo que ser presidente de Estados Unidos se trata de gobernar para el pueblo; este cargo busca reconstruir el alma de este pueblo, para unificar a los ciudadanos. Biden prometió ser un presidente para todos los ciudadanos, con independencia del color de los estados, dijo que “es tiempo para sanar a América”.

Tanto Kamala como Biden insistieron en que no hay imposibles en Estados Unidos; así, parece que su administración buscará abrir oportunidades y hacer posible lo que hoy parece imposible para muchos.

Finalmente, Biden dijo que Estados Unidos debería ser guía no por el ejemplo de nuestro poder sino por el poder de nuestro ejemplo adelantando la posición de su gobierno en la política exterior.

Ambos discursos fueron aire fresco para la comunicación política; ya pasaron los días de los balbuceos, los adjetivos y las descalificaciones. Al fin escucharemos palabras que construyan la civilización, de la mano de la razón, la ciencia, la compasión. Sin ellas, no hay democracia posible.

Para lograr esto, Biden se comprometió a convocar a científicos y expertos como asesores de la transición 2020-2021 para construir un proyecto razonable, con empatía.

Durante la mañana, la mayoría de los presidentes del mundo reconocieron la victoria de Biden, validando las instituciones electorales y zanjando un posible conflicto poselectoral. De esta forma, han dejado solo al ridículo habitante actual de la Casa Blanca, encerrado en el laberinto de sus mentiras, de los delirios, de las conspiraciones absurdas.

El ánimo del mundo es distinto; se respira mejor. Hay esperanza en un mejor desempeño en la Casa Blanca; hay compromiso con los ideales de los Derechos Humanos; hoy hay mejores razones y condiciones para luchar por ellos.

Y así, termina un día luminoso en este retador e interesante 2020.