Valeria López Vela
Lawfare: el poder presidencial contra los jueces
ACORDES INTERNACIONALES
En los últimos días, en varios países de Latinoamérica se ha reavivado la discusión sobre las prácticas de Lawfare. Lo mismo en Argentina, Brasil o México, hemos visto que el poder político dominante ha tomado control, directa o indirectamente, sobre la justicia. A esta práctica indeseable se le conoce como Lawfare.
Técnicamente, describe “un método de guerra no convencional en el que la ley es usada como un medio para conseguir un objetivo”; fue utilizado por vez primera en 1999 en el libro de estrategia militar Unrestricted Warfare.
Dicho de otra manera, el Lawfare es el concepto que utilizamos para nombrar a la política que “judicializa los disensos para eliminar al adversario de turno”. Para ello, se han detectado cuatro características que acompañan a esta patología democrática; la primera es el timing, que señala que el tiempo en el que se activa el proceso judicial corresponde “coincide” con momentos de tensión social y que, casualmente, puede reportar beneficios —electorales, de gestión o de popularidad— al gobierno en turno.
La segunda es el doble rasero de la ley, en el que se persigue a los enemigos o actores políticos que representan un contrapeso importante a los mandatarios; mientras que a otros actores, peligrosos para la sociedad, pero inocuos para el poder, se les deja libres u obtienen condiciones de colaboración y un trato judicial privilegiado.
La tercera característica es la reorganización del aparato judicial; se manifiesta en el “rediseño” de las cortes, el posicionamiento de incondicionales en puestos clave, la remoción de los jueces independientes e incluso, la presión a los gremios de abogados.
Finalmente, todo este asedio debe hacerse con la mayor visibilidad y sonoridad posibles; para ello, los medios de comunicación funcionan como máquinas de propaganda para magnificar e invisibilizar los casos según convenga al gobierno correspondiente.
En Latinoamérica, el Lawfare es una plaga que ha azotado a la región por años. Los casos más sonoros han sido los de Rafael Correa —en Ecuador—, Cristina Kirchner, en Argentina; Lula da Silva, en Brasil. Todos ellos tuvieron procesos judiciales “de Estado” cuyas sentencias se revirtieron conforme se ajustaron los tiempos políticos.
Lo de Lula es, simplemente, inverosímil; en 2018, el ministro Fachin le negó un habeas corpus; el mismo ministro acaba de anular el proceso por irregular.
El Lawfare es un arma que utilizan los gobiernos para minar la separación de poderes, el acceso a la justicia y las reglas del juego democrático. Visto así, como ha señalado Roberto Gargarella, los ciudadanos debemos señalar y oponernos a su uso, dado que es un ataque del gobierno en contra de toda la sociedad pues, aunque no seamos el objetivo, nuestros derechos morales, jurídicos y constitucionales están en riesgo.
-
¿Quién es el ELIMINADO de La Casa de los Famosos 2024? Te decimos quién salió del reality
-
Survivor México 2024: ¿Quién gana hoy 22 de abril?
-
Resultados del Tris de hoy 22 de abril del 2024. Ve aquí los números ganadores
-
¿El descanso del 1 de mayo se recorrerá? Esto dice la ley sobre el Día del Trabajo
-
OnlyFans: Revelan sitios web en los que filtran todo el contenido íntimo GRATIS