El reto de salud

El reto de salud
Por:
  • David Leon

El acceso a los servicios de salud es un derecho; y no debe ser un privilegio. El deterioro de nuestro sistema de salud alcanzó niveles extraordinarios. Médicos, medicamentos, instalaciones apropiadas y una oferta integral de servicios para toda la población es el objetivo que se busca alcanzar.

El deterioro se construyó a lo largo de años de desorden, desatención y corrupción. Las instalaciones se encuentran saturadas y carecen del equipamiento necesario. Una queja común es la falta de medicamentos. Algunos servidores públicos emprendieron la construcción de clínicas y hospitales, sin concluirlos, y sin presupuestar su costo de operación.

A falta de un sistema de salud sano y disponible para todos, algunas familias han hecho un esfuerzo sobrehumano por atender sus dolencias en instituciones privadas, pagando altos costos, de manera directa o a través de onerosos seguros; los demás han tenido que sufrir las carencias de un servicio apropiado, estando de por medio su vida.

Un componente extra de la crisis del sector es la falta de prevención en muchas de las familias de nuestro país; algunas obligadas por la ausencia de condiciones mínimas de bienestar, otras por descuido, teniendo como resultado altos índices de obesidad, lo que se traduce en un incremento en un sinfín de padecimientos, a los cuales difícilmente se les podrá hacer frente.

En resumen, un sistema deteriorado que tiene frente a sí el reto de atender a muchos enfermos y a muchísimos otros que, con los hábitos actuales, están en vía de serlos.

Por fortuna sonó la alarma y al frente de las instituciones de salud de nuestro país se encuentra una mezcla de perfiles jóvenes y experimentados que intenta, a través de diferentes estrategias, poner orden en el caos, terminar con la corrupción y poner en pie a clínicas y hospitales. Miles de mujeres y hombres realmente extraordinarios; enfermeras y médicos hacen un gran esfuerzo y sacrificio por atendernos y lograr el objetivo.

En la medida que nuestros servicios de salud incrementen su calidad y cobertura, los que menos tienen obtendrán una consulta, una cama para ser atendidos y los medicamentos necesarios para sanarse. A la vez, las instituciones privadas deberán moderar sus precios y tarifas, desahogando en cierta medida la economía de las familias que con tanto esfuerzo acuden a atenderse en ellas.

Para salir de esta crisis de salud, todos podemos hacer algo. El Gobierno de México se ha propuesto privilegiar a los que menos tienen buscando construir un piso mínimo de bienestar que les permita mejores condiciones de vida. A la par, aquéllos que han descuidado su salud con la ausencia de actividad física y una dieta apropiada podrían hacer un esfuerzo para mejorarla, quitándole así una carga presente y futura al sistema. Además, pagar impuestos y supervisar a nuestros servidores públicos fortalecerá el plan para rescatar a nuestro sistema de salud.

Afortunadamente, hoy contamos con un hombre honesto de probada solvencia moral, profesional y ética al frente de la Secretaría de Salud, el doctor Jorge Alcocer Varela, acompañado por un grupo de mujeres y hombres que se han empeñado en generar un punto de inflexión en la historia de nuestro sistema de salud.