En Morena, la batalla apenas comienza

En Morena, la batalla apenas comienza
Por:
  • francisco_cardenas_cruz

Desteñida como ya está, en Morena la batalla apenas comienza y ante un real, o aparente, deslinde del Presidente Andrés Manuel López Obrador de no participar “en eso”, como declaró en su mañanera, por lo pronto ya tiene dos dirigentes, la secretaria general encargada del Comité Ejecutivo Nacional, Yeidckol Polevnsky, y el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, electo en el Congreso Nacional Extraordinario del domingo.

Ella, que no está dispuesta a que la desplacen del mando y supuestamente “desconocida” en ese evento, se apresuró a convocar ayer a una reunión de los integrantes del CEN para el próximo lunes, mientras el legislador solicita licencia para dejar su curul en San Lázaro y buscará una oficina en la que se encargará de organizar en los próximos meses el relevo formal de ese movimiento que sigue sin ser partido político.

DE ESTO Y DE AQUELLO…

Más que esperada esa acusación que hizo el Presidente a los organizadores y participantes de la Caminata por la Paz que llegó de Cuernavaca a Palacio Nacional, a los que a su conocido estilo personal mañanero, dijo que “ahora gritan como pregoneros y callaron como momias” en el pasado y que “son afines al conservadurismo”.

También señaló que ni Javier Sicilia ni los hermanos LeBarón están exigiendo cuando menos una explicación a los gobiernos que decidieron enfrentar la inseguridad con la fuerza, con el “mátalos en caliente”, ni están pidiendo que se investigue a fondo al secretario de Seguridad Pública de Calderón —Genaro García Luna— “que estaba involucrado con la delincuencia”.

Lo que los “activistas” le demandan es un cambio en su “estrategia” de seguridad, la de “abrazos, no balazos”, que resuenan por la mayoría de las entidades federativas, como las que dijo que “le comentan”, como lo de las masacres en municipios de Guanajuato que, como siempre, se atribuyen a una lucha entre cárteles de la droga.

Tal vez, si las fuerzas militares de la Guardia Nacional que en los primeros meses del año pasado se aseguró que tenían “acorralado” a José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima y señalado como el principal huachicolero del Bajío, lo hubieran capturado, en vez de ser enviados a contener migrantes en Chiapas, no habría tanta violencia en Guanajuato.

Los problemas volvieron a la Preparatoria 9, de la UNAM, cuando grupos de estudiantes que iban a regresar a clases ayer, se enfrentaron con los encapuchados que la mantienen en su poder desde noviembre pasado, en el que varios de ellos, de ambos grupos, resultaron golpeados, ante autoridades expectantes que instalan mesas de diálogo que no han servido para resolver los conflictos derivados de acoso y violaciones en ése y otros planteles.