La ópera bufa de la CNDH y por qué Lorenzo Córdova debe permanecer en la presidencia del INE

La ópera bufa de la CNDH y por qué Lorenzo Córdova debe permanecer en la presidencia del INE
Por:
  • horaciov-columnista

En el correr de los últimos días, el lopezobradorismo efectuó dos movimientos estratégicos en un mismo sentido: impuso el nombramiento de la nueva presidenta de la CNDH y presentó una iniciativa legislativa para la rotación de la presidencia del INE.

Lo que garantiza la viabilidad institucional de los órganos constitucionales autónomos (Ocas), de manera que puedan cumplir adecuadamente con sus funciones y mantener su independencia frente a los otros poderes —especialmente el Ejecutivo—, pasa por su suficiencia financiera, su autonomía técnica, su profesionalidad y, en lo político, la inamovilidad en el mandato de la persona o personas que los encabecen o dirijan. Pero parece que al lopezobradorismo cualquier función estatal en manos de órganos autónomos le produce erisipela. Su concepción del poder es vertical y no entiende por qué debe haber organismos que no respondan a sus órdenes y a su idea de lo que deben hacer y cómo deben hacerlo. Especialmente cuando se trata de organizar elecciones, dada su muy reconocida costumbre de sólo admitir resultados que les sean favorables.

En el contexto actual, en el que de por sí parece haber una necedad injustificable de recortarle presupuesto al INE (por más que el anteproyecto enviado por éste apenas alcanza para cumplir razonablemente con las amplias funciones constitucionales que le son encomendadas), “aparece” una iniciativa para dar por terminada anticipadamente la presidencia de Córdova —para la que fue designado hasta el 2023— e instaurar un mecanismo de rotación de los consejeros en ese cargo por tres años. Lo intempestivo e inoportuno de la iniciativa deja claro que no es un “toma y daca”, sino una embestida en toda forma, del gobierno y sus aliados, para debilitar al INE.

Lorenzo Córdova debe permanecer hasta que termine el mandato de nueve años para el que fue designado. Simplemente por no abonar al contexto de avasallamiento de los órganos públicos dotados de autonomía. La eficacia y el liderazgo con los que Córdova ha ejercido su cargo son prendas esenciales de cara a las elecciones intermedias de 2021.

No le vaya a pasar al INE lo que le ocurrió a la CNDH. Lo que la mayoría legislativa de Morena y sus aliados impuso el 12 de noviembre en el Senado es uno de los episodios más lamentables en la historia parlamentaria mexicana. Los actos de la opereta bufa han sido ampliamente divulgados. No se escatimó nada con tal de darle posesión a la candidata del lopezobradorismo, cuyos ¿méritos? para ocupar el cargo son sus vínculos con el régimen y sus apellidos; pero más grave aún, al haber tenido cargo directivo y candidatura partidista (de su evidente militancia ya ni hablemos) sin haber pasado el periodo requerido, el nombramiento tiene claros visos de ilegalidad. Ni las miles de víctimas, ni los muchas veces heroicos activistas y ONG, ni los cientos de servidores públicos de la Comisión, ni los integrantes de su Consejo Consultivo, se merecen una CNDH lacaya. Nada halagüeño puede venir de ahí. Obscuro panorama.