Horas canallas

Horas canallas
Por:
  • Carlos Urdiales

Donald Trump mezcló comercio con migración; desenvainó la espada arancelaria para asestárnosla a partir del lunes. México se aprestó a enviar seis mil efectivos de la Guardia Nacional a sellar esa coladera migratoria que por frontera tenemos al sur.

La lógica oficial, humanista y fraterna, que acompaña éxodos rumbo a Estados Unidos y ofrece incluso visas de trabajo en emblemáticas obras de la 4T como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, muta hacia la ortodoxia jurídica.

Ahora sí, los migrantes deberán cumplir con requisitos establecidos, no podrán dar portazos a diestra y siniestra. Adiós al ¡bienvenidos!, hola al ¡fuera! Al norte, ampliaremos albergues para quienes esperen respuesta gringa a solicitudes de asilo y entrada. La antesala contará con acceso a alimento, techo y salud.

La amenaza de Donald Trump fue el inicio de una tormenta perfecta, en tres jornadas consecutivas Fitch y Moody´s degradaron bonos soberanos de Pemex, CFE, notas del IPAB y siete bancos, incluidos los estatales Banobras y Bancomext, por una mala perspectiva nacional que no se alivia con el acuerdo alcanzado ayer. Bank of America alerta posible recesión, consecuencia de la guerra China-EU.

Sí, el Presidente López Obrador volvió a fustigar la metodología de las neoliberales entidades por sus métricas de hace tres décadas, que no consideran la variable, “lucha contra la corrupción”. Moody´s respondió que sí la consideran.

Notas crediticias en caída libre por finanzas de la petrolera. SHCP y Pemex reprobaron la degradación, la tacharon de injusta y poco objetiva. Pemex comunicó que la renegociación de parte de su deuda anima la participación de clubes financieros globales. Como sea, las notas bajan y el costo del dinero para el país, CFE, Pemex y bancos, sube.

Negra noche que encontró luz anoche desde Washington, al último minuto Trump enfundó la espada arancelaria. El mitin político en Tijuana por la dignidad, soberanía y amistad con el pueblo estadounidense será ahora fiesta complaciente.

Convocatoria que por un lado alentó el nacionalismo contra el enemigo extranjero, pero que por otro significó gasto de energía colectiva que ni movió el talante de la Casa Blanca; México será el muro de contención migrante que Trump no puede construir.

Marcelo Ebrard partió plaza en Washington, sus denodados esfuerzos en equipo con la embajadora Martha Bárcena, con el jefe de asesores presidenciales, Lázaro Cárdenas, y el subsecretario Jesús Seade, se ganaron el aplauso presidencial. Salvaron nuestra fachada soberana mientras ajustan el andamiaje interno a las exigencias del Departamento de Estado y la Oficina Oval.

En el plano objetivo, la imposición de aranceles habría perjudicado tanto a estadounidenses como a mexicanos; sectores importadores de aquel país cabildearon contra la enésima balandronada de su presidente; aquí los esfuerzos fueron lo que pudieron, llamados desesperados a la racionalidad.

En ciencia política la teoría de juegos establece que, ante un inminente choque inducido, perderá aquel que se acobarde primero y eso depende de quién tenga más que perder. México y Estados Unidos estuvieron a punto de estrellarse. Trump tenía mucho en riesgo, nuestro país también a pesar de los recursos legales de los que podría echar mano, para defender el libre comercio.

Con la racha de taches que calificadoras repartieron, el panorama se oscureció tanto que, ni la pirotecnia retórica o porras oficiosas desde Tijuana, habrían apantallado al obstinado Trump. Sólo puntuales y grandes concesiones evitaron lo peor.

México cedió, no perdió. Negoció con política migratoria para evitar la colisión comercial. Tensión con Estados Unidos que no se desactivó desde las secretarías de Economía, Agricultura o Hacienda, la faena correrá por cuenta de Gobernación, del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional.

Vivimos horas canallas en la dilatada e intensa relación binacional, circunstancia que debe procesarse a partir del concepto de menor daño posible.

La históricamente porosa y amigable frontera sur mexicana se va a transformar en algo más parecido a la que Estados Unidos tiene con nuestro país, líneas definidas, barreras físicas severas, no de ornato. Del lado guatemalteco habrá presencia estadounidense notable para capacitar y supervisar. El río Suchiate será más “bravo”. Hoy, fiesta oficial en Tijuana, donde la patria comienza.