La comunidad angelina, más allá de la imaginada

La comunidad angelina, más allá de la imaginada
Por:
  • Marcela_Celorio

¿Y si de pronto nuestra sombra fuera la de otro? Ignacio Solares, 18 de noviembre 2019.

La comunidad mexicana que vive en Los Ángeles es una comunidad heterogénea, cuyos miembros proceden, mayoritariamente, de Jalisco, Michoacán, Puebla, Ciudad de México, Oaxaca, Guerrero, Guanajuato, Estado de México, Zacatecas y Sinaloa. Muchos de ellos son exitosos empresarios, reconocidos artistas y, sobre todo, trabajadores migrantes.

Después de la ciudad de México, la comunidad mexicana de Los Ángeles es la más numerosa fuera del territorio nacional y es única porque ha logrado crear una nueva identidad que se ha formado con lo mejor de México y lo mejor de Estados Unidos: la angelina.

Desde hace muchos años, ha aprendido que vivir en Los Ángeles implica adherirse a una serie de principios y valores estadounidenses que le permitirán integrarse a una sociedad distinta a la nuestra, sin que eso implique renunciar a México y los lazos que tiene con nuestro país.

Cada uno de los miembros de la comunidad mexicana tiene una idea propia de México; hay quienes lo recuerdan con facilidad, pero también quienes, cuando el recuerdo falla, o quienes lo conocen solo de oídas, lo imaginan y lo recrean mediante las tradiciones familiares. El recuerdo les permite explicarse a sí mismos a través de sus raíces, pero sobre todo los hace sentirse parte de la comunidad mexicana que vive en Los Ángeles.

La comunidad es tan numerosa, que es imposible que sus miembros se conozcan entre sí; sin embargo, como diría Benedict Anderson, cada uno de ellos se reconoce e imagina como parte de un mismo grupo, lo que les ha permitido mantenerse activos en un país distinto al nuestro.

Con el paso del tiempo, han surgido nuevos retos y desafíos, lo que nos obliga a actuar acorde con las circunstancias: la presencia de las segundas y terceras generaciones en una ciudad global, la defensa del español y del bilingüismo, la búsqueda de la identidad individual y colectiva; el encarecimiento de la vivienda, el intercambio económico entre Los Ángeles y México, el reconocimiento de nuestra gastronomía, la alta competitividad, el incremento del nivel educativo, el desarrollo de una cultura propia y el boom de creadores y artistas mexicanos, entre muchos otros.

En el 2020 es pertinente preguntarse, ¿Qué es lo que nos une y qué es lo que nos separa como la comunidad angelina que somos? y ¿Qué es lo que hace que una comunidad genere lazos resistentes, duraderos y efectivos en el apoyo a sus miembros? Para reflexionar sobre estas respuestas y muchas otras más, en el Consulado General de México en Los Ángeles, llevaremos a cabo un ciclo de conversatorios que nos permitirán seguir fomentando los lazos que hay entre los miembros de la diáspora mexicana, darle voz a los distintos grupos que la conforman y seguir trabajando para ellos. Durante el primer semestre dialogaremos de manera informada sobre el pasado que nos une, sobre el modo en que lo hemos entendido en ambos lados del Río Bravo, acerca de la cultura gastronómica; sobre las diversas maneras que hay para construir una comunidad y, en especial, acerca de los retos y desafíos a los que nos enfrentaremos en una nueva década.

Hoy, es urgente que los mexicanos de Los Ángeles aprendamos más sobre nuestros orígenes, sin perder de vista que es necesario atender y resolver los desafíos presentes y los retos futuros; solo así nuestras luces (y nuestras sombras) serán las propias y las de nadie más.

*Cónsul General de México en Los Ángeles