Redes de apoyo

Redes de apoyo
Por:
  • patricia duran

La violencia contra las mujeres suele estar acompañada de silencio y aislamiento. Las víctimas no sólo sufren agresiones físicas, psicológicas o sexuales, también padecen de  la incomunicación, que es propiciada por los agresores para cometer sus ataques con impunidad. La marcha de este domingo y la iniciativa de brazos caídos conocida como #UnDíaSinNosotras, convocada para este lunes, son ataques frontales contra el silencio y el aislamiento. No se trata, como algunos han insinuado con ingenuidad o mala fe, de una movilización contra los hombres.

El primer paso para combatir la violencia es visibilizarla, ser conscientes de una realidad alarmante, cuyas estadísticas (siete de cada 10 mujeres han padecido algún tipo de agresión; 43 por ciento de las agresiones han sido cometidas por sus parejas; la violencia contra las mujeres cobra la vida de 10 de ellas al día) no logran expresar el dolor de las víctimas y de sus familias.

Mi solidaridad con estos movimientos parte de la convicción de que podemos transitar hacia una mejor sociedad. Hemos dado algunos pasos en ese sentido. En el terreno de la administración pública, por ejemplo, son cada vez más los gobiernos que apuestan por la paridad de género en los equipos de trabajo. Lejos de cumplir cuotas, se trata de sumar las fortalezas de hombres y mujeres para constituir gobiernos más eficientes, con visiones integrales e integradoras.

Con ayuda de la sociedad civil, hemos establecido canales institucionales para denunciar acoso y violencia; la Policía de Género está mejor equipada y hay coordinación con las fiscalías y los distintos órdenes de gobierno para atacar un problema que nos incumbe a todos.

Y, sin embargo, la violencia y las desigualdades persisten. Esto es más grave en el terreno doméstico, sobre todo cuando la violencia está normalizada y las mujeres víctimas no saben que lo son.

Ante este reto, es necesario crear redes de apoyo. En Naucalpan, este domingo  8 de marzo anunciamos este mecanismo, que apela a la solidaridad y la empatía. El propósito es que todas las mujeres del municipio sepan que no están solas, que tienen aliadas en sus amigas, sus vecinas, en las compañeras de trabajo, en las comerciantes con quienes tienen trato habitual.

Necesitamos que las integrantes de estas Redes de Apoyo nos ayuden a difundir los distintos mecanismos contra la violencia de género que tenemos en Naucalpan. Algunos de ellos son la línea telefónica 800 MUJERNA; la Casa de Transición; el Centro de Atención a Víctimas de Violencia de Género; la atención integral de la Secretaría de las Mujeres; los microcréditos, las becas a hijos de mujeres en situación vulnerable, por mencionar algunos.

Estoy convencida de que debemos apoyar los cambios profundos que vive México. Uno de ellos es la solidaridad, la confianza y el apoyo mutuo. Sólo así podremos conquistar un clima de paz y de seguridad para todos.