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Para encontrar el balance de su propia salud, el empresario Enrique Molina dejó su puesto como director general de la principal embotelladora de Pepsi en México, para fundar la única clínica de medicina integrativa que fusiona la atención personalizada, holística y funcional, en un ambiente cálido, Cancún.
En entrevista con La Razón, Enrique Molina comparte cómo surgió BWELL, un proyecto de salud que, tras dos décadas de investigación busca la prevención de las enfermedades y sobre todo la atención de las principales causas de los padecimientos de las enfermedades de la civilización moderna.
¿Cómo surge la idea de crear BWELL? Yo vengo del ramo industrial. Mi padre era un empresario más o menos conocido en México, éramos el embotellador principal de Pepsi en México y yo fui director de la empresa por casi 12 años, ése era mi trabajo. Finalmente la empresa se vende, me quedo sin un trabajo oficialmente y me dedico de lleno a investigar este campo por el estrés que tenía. Así nació la idea, mi estrés me motivó a investigar sobre las terapéuticas para mantenerme en equilibrio mental y físico.
¿Qué técnicas fueron las que investigaste? Me metí a la meditación, a la nutrición, a la herbolaria, a la homeopatía, y ahí fui conociendo el campo como un hobbie, hasta que eventualmente acumulé muchísima información y diferentes tecnologías químicas; además de la convivencia con diferentes médicos.
¿Por qué te interesaste en la medicina integrativa? Cuando se vende la empresa, me dedico a viajar a diferentes partes del mundo, sobre todo a Estados Unidos y Europa, para conocer las mejores prácticas de diagnóstico y de terapéutica de diferentes médicos. Me dediqué a aprender sus diferentes esquemas. Entonces vi la incorporación de los mejores sistemas de diagnóstico, de terapéuticas en lugares diferentes, y me interesó tener todo eso en un solo lugar. Juntar lo mejor de la medicina convencional con la tradicional.
¿Qué hace diferente a BWELL de otras clínicas de salud que integran la medicina tradicional? Uno tendría que ir a tres o cuatro lugares distintos para hacer lo que en BWELL hacemos en una sola semana. Además, el diagnóstico y el tratamiento son personalizados, el tratamiento depende de las características de cada persona. Nos enfocamos en identificar las causas de los síntomas, qué cosas están fuera de rango, cuáles son las sustancias que el cuerpo está generando, saber qué provoca los síntomas o las enfermedades. Tratamos las causas, no quitamos síntomas. Somos más integrativos, más holísticos y nuestros programas son por periodos de una semana.
¿Qué personas llegan a la clínica? Nos llega gente que ya tiene la etiqueta de alguna enfermedad, como diabetes, esclerosis múltiple o sobrepeso; pero hay personas que no tienen más que malestares: mala digestión, baja energía, disminución de líbido, problemas de sueño… lo que se conoce ahora como las enfermedades de la civilización moderna. Pero además hay quienes llegan perfectamente bien, lo único que quieren es mantenerse saludables.
¿Qué tipo de tratamientos se encuentran en este centro? Tenemos gran variedad. Desde sauna infrarrojo, hidroterapia de colon, drenaje linfático, masaje terapéutico; tenemos osteopatía, homeopatía, ozonoterapia; cerca de 20 protocolos de intravenosos; atención sicológica… Damos atención a cada parte del cuerpo.
Ya que este espacio no es un hospital, el fundador de la clínica comenta que no se atienden casos de urgencia, ni se elimina el cáncer, el sida u otro tipo de enfermedades crónicas, pero sí se mejora la calidad de vida de los pacientes. “Si le das al cuerpo lo que necesita, solito se regenera. Lo relajas, le quitas lo que no ocupa; solo se recupera”, asegura.
Atención estética, lo adicional
Además de desintoxicar al cuerpo y equilibrar las funciones del mismo, la clínica BWELL tiene entre sus programas de atención el de rejuvenecimiento facial. En éste se busca detener los causantes del envejecimiento prematuro con resultados a corto plazo.
Sus modalidades de tratamiento son: peeling, implantes inyectables de ácido hialurónico, botulínica A, aplicación de plaquetas y corriente galvánica, todos para disminuir líneas de expresión y propias de la edad.
Además cuentan con un programa anti-aging, basado en la eliminación de la carga tóxica del cuerpo, que consiste no sólo en lograr que las personas sean más longevas, sino que vivan más años con energía, con una apariencia saludable, mucho menor a su edad cronológica.
El médico de la clínica, Cuauhtémoc Hernández, explica que detectaron que el proceso de envejecimiento cuenta con ciertos detonadores que si se eliminan o balancean, se puede disminuir la tasa de envejecimiento.
